Luis Milla tenía claro que "empezar el año ganando después de las vacaciones era clave" después de las "buenas sensaciones" que habían quedado en el partido contra el Granada, demostrando que el equipo confió "hasta el final" en sumar algo positivo. El mediocentro madrileño, que fue baja en aquel encuentro, regresó a la titularidad y completó los noventa minutos a pesar de que la dolencia en su "rodilla operada" no termina de remitir. "Tengo que acostumbrarme a jugar con esta molestia. Me ha permitido ayudar 90 minutos y he estado cerca del gol", expuso.

Su actuación ayudó a conseguir una victoria que refrenda "una de las mejores semanas de entrenamientos que habíamos hecho", algo que tuvo su "reflejo en el campo". Para el mediocentro blanquiazul, el Tenerife mereció incluso "ganar por más goles". Pero lo importante del choque ante los ilicitanos pasó por el fútbol desplegado: "Dimos sensación de equipo, de intensidad y de buen juego".

La segunda parte resultó arrolladora. "Fuimos mejor que el rival desde el inicio, pero creo que entendimos mejor la segunda parte. En la primera nos empeñamos mucho en jugar por dentro teniendo ellos cinco detrás. Nos lo dijo el míster al descanso, y lo cambiamos en la segunda parte. Dimos un paso al frente, robamos más cerca del área contraria y creamos más ocasiones. La salida de la segunda parte fue muy buena", contó un Milla satisfecho por que el gol llegara a balón parado.

Eso sí, el triunfo debe tener continuidad en el Tartiere el próximo sábado. "Es el momento de ganar fuera. Tenemos una oportunidad muy importante porque luego vienen otros dos partidos en casa", comentó el seis blanquiazul que no considera una ventaja tener tres días más que los carbayones para preparar el choque. "A veces te toca a ti tener más tiempo y otras al rival", afirmó.

Sobre el mercado de invierno aseguró que el equipo está "centrado", aunque "se sabe" que va a haber movimientos.