Con ritmo rápido, lento o sostenido, a Txus Vidorreta lo que le interesa es que su equipo exhiba mañana -11:30 horas, Pabellón José María Martín Carpena-, frente al Unicaja, el acierto que ha faltado para concretar partidos a su favor que se han terminado escapando.

Físicamente, ¿cómo llega la plantilla al choque?

Bien. Los jugadores que están viniendo de lesiones más o menos largas han entrenado con normalidad. Las sensaciones tanto de Nico Richotti, como de Pierre Gillet y Lucca Staiger son buenas, cada vez mejores. Los días de descanso también han venido bien para jugadores con molestias, sobre todo Rodri -San Miguel-. Con respecto a Thad -McFadden-, se le hizo una prueba el lunes y todavía persiste hematoma. Hay que mantener un poquito la calma. El martes se le hará una nueva resonancia. La lesión está muy mejorada, pero todavía no recuperada. Se hablaba en un principio de cuatro a seis semanas -de baja-. Está claro que nos vamos a ir más cerca de las seis.

¿Podría estar para el partido frente al Fuenlabrada?

Dependerá de lo que nos digan las imágenes de la resonancia del martes. Para Murcia sería complejo. Espero que si se mantiene este ritmo de recuperación pueda estar -frente al Fuenlabrada-.

Al Canarias siempre se le ha dado mal Málaga.

Hemos superado muchos retos. Este mismo año hemos ganado al Valencia Basket -en la Isla-; en temporadas precedentes, al Real Madrid en Tenerife; al Barcelona, frente al que hemos enlazado cuatro victorias consecutivas. Los datos estadísticos están para servir de referencia, pero también sabemos que se pueden romper. Tenemos una bonita oportunidad de conseguir la primera victoria en Málaga en la historia reciente del Canarias.

¿Es el mejor momento para visitar el Carpena, dadas las lesiones que tiene el Unicaja, la reciente derrota en Eurocopa, los problemas que tuvo en el rebote? o suena muy presuntuoso?

Los problemas en el rebote fueron muy puntuales. Yo creo que es un equipo con una gran capacidad reboteadora y con una rotación larga. La lesión de Alberto Díaz la pueden sustituir desde dentro porque Jaime Fernández está acostumbrado a jugar de base. Ya lo hizo con mucho éxito en la anterior lesión de Alberto. Tanto él como Brian Roberts son dos bases de garantías y de primerísimo nivel. Por fuera tienen cuatro jugadores, como son Salin, Waczynski, Milosavljevic y Dani Díez. Este último, jugando al tres cuatro. Por dentro cuentan con Wiltjer, Lessort y Shermadini, que son los tres pívots de más referencia. Las bajas claro que se notan, pero el Unicaja es un equipo con calidad y que puede suplir perfectamente mirando hacia dentro las ausencias de Alberto Díaz y de Carlos Suárez.

¿Le sorprende el rendimiento de Jaime Fernández? ¿Puede ser una de las claves para que el Unicaja no se sienta cómodo?

Sin duda. Jaime está haciendo una gran temporada como escolta y como base. Ya como uno, el último año que yo le dirigí en el Estudiantes hizo una segunda vuelta extraordinaria y también lo hizo fenomenal en Andorra, en ese puesto, en la temporada pasada. Este año ha empezado haciendo un trabajo magnífico como escolta. Cuando el equipo le ha necesitado de uno, también ha jugado muy bien. Lo más importante es que a sus virtudes habituales, el uno contra uno, el juego en carrera, la capacidad para sacar faltas y robar balones, ha añadido que este año comenzó con mucho acierto desde la línea de tres puntos; incluso, anotando ocho de 11 intentos en Fuenlabrada, su récord personal. Ante un equipo de tanto nivel, en el que muchos jugadores son importantes, sin duda Jaime y Roberts, que son los que más tiempo tienen el balón en sus manos, son los que adquieren una especial importancia a la hora de ser defendidos bien.

El otro día hablaba Rodrigo San Miguel del alto ritmo que impone el Unicaja. A nivel global, ¿habrá que pararlo e intentar llevar el partido al terreno del Iberostar, a un partido más lento?

Nunca sabes cuál es el estilo que puede convenir. Nosotros, cuando hemos tenido la plantilla al completo, y a nuestro máximo anotador disponible, hemos anotado muchos puntos fuera de casa para ganar y lo hemos hecho con ritmos altos de competición. Cuando mejor jugamos y más partidos ganamos fuera siempre es cuando lo hacemos a ritmo alto y anotando con facilidad. Cuando los contrarios vienen a casa, normalmente son ellos los que imponen un ritmo lento para evitar que nosotros podamos desplegar nuestro juego. No es cierto que nosotros impongamos un ritmo lento y se puede demostrar porque este año, exceptuando en Donosti, muchos de nuestros triunfos importantes han sido superando los 90 puntos o estando cerca. Eso también se repitió hace dos temporadas. A mí no me asusta que el Unicaja juegue a un ritmo alto. Lo que nosotros necesitamos es mantener unos buenos porcentajes, que fuera de casa cuando hemos ganado los hemos tenido, y cuando hemos perdido los hubiéramos necesitado para ganar. Por ejemplo, en los últimos minutos del partido en Burgos o en el tercer cuarto en Barcelona.