La lucha por las plazas que dan derecho a jugar la Copa del Rey se ha convertido en un clásico de cada final de año. Condicionados por la clasificación de hecho de un local en calidad de anfitrión, hay años, como este, en el solo quedan siete opciones. Esta vez el octavo será el equipo de Madrid mejor clasificado, que está siendo el Fuenlabrada.

Para el Iberostar Tenerife, que se ha metido en Copa en tres de las cuatro últimas ediciones, la referencia más exigente es su propia clasificación la pasada campaña, cuando necesitó 10 triunfos para entrar. Los cálculos sitúan en 9 el corte copero. De hecho, en 21 años de funcionamiento de este sistema de clasificación, el 72,7% de las veces ha sido suficiente esa cantidad de triunfos (9) para lograr la clasificación, aunque la pasada campaña, sin ir más lejos, el propio Iberostar necesitó 10 victorias.

Un simple vistazo a la clasificación es suficiente para estimar que el Iberostar jugará la Copa si es capaz de ganar los dos partidos que le quedan en casa en esta primera vuelta. El primero, y fundamental, este sábado ante un rival directo, el Baxi Manresa, quinto.

Los cuatro primeros parecen claros. El Barcelona ya está clasificado. Real Madrid, Baskonia y Unicaja se dan por seguros. Quedan tres plazas más, que están al alcance de seis equipos.

Manresa y Valencia tienen un triunfo más que los tres que, hoy, están igualados en el séptimo puesto, pero una victoria canarista el sábado lo colocaría por encima de Manresa, porque el equipo de Txus Vidorreta es el que tiene mejor cociente anotador -factor que resuelve los empates-, con cierta diferencia. Los canaristas, que tienen que hacerse fuertes en casa, juegan fuera en dos canchas complicadas, la de Málaga (6 derrotas seguidas allí) y la de Murcia (un triunfo en seis visitas), ante el UCAM en un duelo directo.

El UCAM tiene una opción partiendo de cinco victorias, porque debe jugar un partido más, el aplazado ante Estudiantes.