El regreso de Txus Vidorreta ha traído consigo buenas sensaciones y un balance sin precedentes en la Basketball Champions League (BCL). El Iberostar Tenerife, después del traspiés experimentado en la eliminatoria frente al UCAM Murcia en el curso pasado, ha retomado la competición continental con ocho victorias y un solo revés -ante el PAOK de Salónica por un tanteador ajustado 65-66- y ya se distingue por encima de los 32 equipos que conforman la fase de grupos de la mentada competición.

Tras la victoria (79-68) ante el Nanterre 92, el Iberostar Tenerife cerró la participación europea en el presente año -el siguiente encuentro en la BCL tendrá lugar el 8 de enero de 2019 ante el Fribourg Olympic- y lo hizo con el mejor balance y regularidad del resto de participaciones. Y es que el regreso de Vidorreta y el estilo de juego invocan al Canarias que se acabó haciendo con el cetro continental en el Santiago Martín. Queda mucho por delante, pero los guarismos refrendan el objetivo que se ha marcado el club -llegar a la "final four"-.

El Iberostar es un hueso fuera de casa. En contra de lo que pasó en las anteriores ediciones, los aurinegros cierran el 2018 sin caer derrotados a domicilio. En un total de siete compromisos -teniendo en cuenta los de la campaña 17/18- han encontrado mejor balance en campo contrario que en el propio. En lo que respecta a esta campaña, ha sido capaz de vencer a los cuatro equipos a los que se ha enfrentado, inclusive al Umana Reyer Venezia (65-72).

Con un estilo muy marcado, la defensa ha sido capital en los planes de Txus Vidorreta y la interpretación de sus huestes ha respondido a la perfección. Sin menoscabar la notable actuación del curso pasado en esta faceta, los aurinegros han encontrado equilibrio en ambos lados de la pista. Emula, e incluso mejora, la defensa que le llevó hasta el título europeo de la 16/17 -611 por los 607 puntos encajados en la campaña actual-.

Este Iberostar Tenerife vuelve a compartir el balón. Después de que en el curso anterior se viera un juego más individual, en las primeras nueve jornadas de esta temporada se ha retomado un estilo en el que prima la solidaridad en los esfuerzos, así como la inclinación por el "extra pass".

La pintura queda a buen recaudo. Los puntos en contra (607) son también un reflejo fidedigno de un equipo que no concede segundas oportunidades y que cierra bien el rebote en defensa, pese a la pérdida de efectivos tales como Mike Tobey y Fran Vázquez.

En definitiva, el Iberostar ha hecho sus deberes en un 2018 que aspira a ser un buen punto de partida para el final del 2019.