Dieciocho enfrentamientos en el Rodríguez López y casi 60 goles anotados, lo que deja el promedio de los Tenerife-Granada en 3,2 tantos por partido. Con casi todas las coincidencias en Segunda División A y solo una en Segunda B y otra en una eliminatoria de Copa, tinerfeños y rojiblancos se pusieron "de acuerdo" en dejar el marcador a cero solo una vez. Las últimas visitas de los andaluces lo dicen todo, dos empates a dos dianas y una a tres. ¿Hay garantía de gol? El viernes escribirán otro capítulo de un entretenido historial.

El primer choque, celebrado en febrero de 1954, resultó ser toda una carta de presentación. Los locales, de estreno en una categoría nacional, ganaron por 3-2 con la aportación realizadora de Paquillo, Antonio y Julio Alonso "Julito", a quien se le dio especialmente bien el Granada, pues volvió a batirlo en cuatro contiendas más hasta dejar su cuenta en seis aciertos.

En esos primeros viajes a la Isla, durante la década de los 50, la escuadra rojiblanca pudo imponerse por primera y única ocasión al Tenerife en campo contrario. Ocurrió en una temporada, la 56/57, en la que el Granada fue campeón de Segunda y subió a Primera.

La tendencia se mantuvo con el paso de los años y vivió un repunte en la eliminatoria de Copa del ejercicio 1971/72. El Tenerife necesitaba, al menos, igualar el 4-0 encajado en Los Cármenes para clasificarse, y en el Heliodoro logró marcar cuatro tantos (Esteban y Juanito, ambos por partida doble), pero el conjunto visitante también pudo anotar (4-2).

Tenerife y Granada siguieron siendo rivales íntimos en la categoría de plata, pero vivieron un duro pulso en la 1986/87 en la de bronce, como compañeros de viaje hacia el retorno a la Segunda División A. El Tenerife de Martín Marrero subió como líder y el Granada de Joaquín Peiró, como tercero, por detrás del Lleida. La cita en el Rodríguez López deparó un triunfo local por 2-1, con remates certeros de Julio Suárez y el palmero Lope Acosta, que antes había defendido al club granadino.

A continuación, ya en Segunda A, engordaron los resultados con un 3-3 (Chalo, Julio Suárez y Víctor) y los mismos entrenadores en los banquillos, Marrero y Peiró, quienes no terminaron en sus cargos una temporada que dejó al Tenerife en la mitad de la tabla y al rival en la zona de descenso.

Tuvieron que pasar 23 años para que se volvieran a enfrentar, de nuevo en Segunda A (10/11). En el debut de Antonio Tapia como técnico blanquiazul, los tinerfeños no pudieron con un Granada (2-2) que, en su retorno a la categoría, celebró en junio otro ascenso a Primera, mientras que el Tenerife acabó cayendo a la Segunda División B.

El precedente más cercano trajo a Oltra al Heliodoro, pero como entrenador contrario (otro 2-2).