Desde benjamines y hasta el primer equipo de la UD fue ascendiendo Tyronne del Pino (Las Palmas de Gran Canaria, 27 de enero de 1991) con la ilusión del niño que quería ser futbolista profesional en el equipo de su tierra y el respaldo de unos técnicos de formación que veían en él a una futura figura amarilla. Su progresión fue imparable hasta juveniles. Ni siquiera la coincidencia con Vitolo y Jonathan Viera oscurecía los presagios sobre su futuro. Pero todo cambió a la hora de dar el salto. Lo lograron sus compañeros y él, con alguna lesión en mal momento como obstáculo, se quedó.

Comenzaron entonces las cesiones a Barakaldo o Huesca, una vuelta efímera a Las Palmas y su salida definitiva al Tenerife. "Uno tiene que ir donde le quieren", clamó entonces. Desde el invierno de 2017 viste la blanquiazul y, contrariamente a lo que anhelaba durante tantos años en la cantera amarilla, será así como se estrene este domingo en un derbi canario. "Poca gente se podía imaginar esto, pero estoy contento de vestir estos colores y de defender al Tenerife en este partido", comentaba ayer el grancanario, que está "deseando vivirlo y jugar, si el míster así lo considera, para tratar de ayudar al equipo y disfrutar de lo que es un derbi por dentro".

Tantos años formándose en las categorías inferiores de la UD hacen que Tyronne tenga claro lo que sucederá si marca un gol en el clásico. "Mi idea es no celebrarlo porque jugado toda mi vida allí, pero me pondría contentísimo. Me debo ahora al Tenerife y creo que sería el hombre más feliz del mundo si marco. Pero prefiero no exteriorizarlo por respeto", expone.

Esta "experiencia nueva" que vivirá el domingo la espera con cierta ansiedad. "La gente que lo ha vivido me dice que es algo maravilloso y que la afición se vuelca el triple que en el resto de partidos", cuenta el mediapunta natural de Las Palmas que ya está viviendo la semana "de forma diferente porque no se trata de un partido más". Incluso, ya han empezado "las bromitas", tanto en el vestuario blanquiazul como desde su isla natal. Allí, en Las Palmas, conserva "amigos como Deivid, Tana o los gemelos Castellano".

Siendo consciente Tyronne de que "el derbi es muy importante para la afición" y que será seguido "incluso fuera de las Islas" tiene claro que está ante un "partido muy bonito", pero también de "mucha necesidad" para ambas escuadras. "Nadie podía pensar que los dos equipos íbamos a estar con estas dinámicas negativas", admitió el medio blanquiazul que puso énfasis en que el Tenerife "hace tiempo" que no gana fuera de casa. "No se me ocurre un lugar mejor para conseguirlo", propuso. Para ello, considera vital "creer en nosotros" y lograr que Las Palmas "se sienta incómoda, que los jugadores sientan la presión. Han hecho grandes inversiones y no están donde querían estar".