Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, confirmó ayer que el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, entre River Plate y Boca Juniors, se jugará en el Santiago Bernabéu el domingo 9 de diciembre.

El máximo organismo rector del fútbol sudamericano puso fin así a días de incertidumbre, respecto a un duelo suspendido la semana pasada por incidentes violentos en Buenos Aires. Esta semana, la propia Conmebol había dicho que ese River-Boca se jugaría fuera de Argentina por falta de garantías para la seguridad, pero sin especificar la ciudad.

"La elección de la administración es que este partido se va a disputar con ambas hinchadas en la ciudad de Madrid, en el estadio Santiago Bernabéu, el domingo 9 a las 20:30 (hora local)", dijo ayer Alejandro Domínguez.

Por su parte, Luis Rubiales, presidente de la RFEF, ofreció la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para los entrenamientos y calificó el evento como "histórico".