El San Pablo Burgos consiguió su cuarta victoria de la temporada tras vencer (79-68) a un Iberostar Tenerife al que no bastaron los veinte puntos de McFadden, y se impuso en un encuentro donde contó con el sobresaliente Goran Huskic, que sumó catorce puntos, nueve asistencias y ocho rebotes.

Empezó como un tiro el conjunto visitante, que haciendo gala de su acierto exterior y con una buena defensa sobre el juego interior rival, consiguió un parcial de 2-10 en apenas tres minutos de juego que obligó a Diego Epifanio a parar el partido.

Apenas cambió la tónica el tiempo muerto, porque Iberostar siguió castigando el aro rival, abriendo la brecha en el electrónico hasta los diez puntos guiado por un Abromaitis omnipresente tanto en el perímetro como en la zona.

La reacción burgalesa llegó con el cambio de pívots, con Thompson y Huskic más entonados en el rebote, y con un triple de Frazier que despertó al conjunto local para ir recortando diferencias hasta empatar incluso el encuentro, si bien un triple de Staiger mantuvo con ventaja a Ibertostar al final del primer cuarto (20-23).

El partido estaba más igualado que en el inicio, pero el conjunto insular, que mantenía sus registros más allá del arco, parecía tenerlo más claro en el aspecto anotador y por eso mantuvo su ventaja hasta que dos triples consecutivos de Fitipaldo pusieron al San Pablo por delante por primera vez en el encuentro, por lo que Txus Vidorreta solicitó un tiempo muerto.

Dos triples de Beirán y uno de Bassas cambiaron de nuevo la dinámica a favor de Tenerife para recuperar la iniciativa en el electrónico, algo que sumado al desacierto local supuso que se marchara al vestuario de nuevo con ventaja (36-41).

Al inicio de la tercera manga, los dos equipos se mostraron muy entonados de cara al aro y las canastas se sucedían en ambos lados en los momentos más bonitos de cara al espectador, también porque por instantes parecía un duelo desde el triple de Frazier contra McFadden.

Un partido abierto favorecía al San Pablo Burgos, mucho más entonado en ataque y, sobre todo, agresivo para defender los tiros liberados que en la primera mitad entraban demasiado fáciles a los visitantes, lo que valió para llevarse el tercer acto pero no para terminarlo con ventaja (54-56).

Seguía mejor el equipo de Diego Epifanio en el inicio del último asalto, que sin duda había dejado atrás las malas sensaciones de la primera mitad y que tenía mucha más confianza en casi todas las jugadas, pero a pesar de ponerse por delante, incluso con cinco puntos de diferencia, McFadden mantenía con sus triples a Iberostar.

Las sensaciones en los canarios no eran las mismas y se empezaron a sentir muy incómodos en ataque, mientras que el equipo burgalés marcó un +7 en el electrónico faltando algo menos de tres minutos, momento en el que Vidorreta paró el encuentro para intentar buscar la reacción y remontada.

La responsabilidad empezó a pesar en ambos equipos, pero San Pablo Burgos mantenía su ventaja mientras que los visitantes fallaban en una faceta del juego que más destacan, el triple, donde McFadden estaba menos acertado.

Con las espadas en alto, los tinerfeños lo intentaron a la desesperada hasta el final con máxima diferencia de nueve puntos para el San Pablo a falta de 48 segundos, pero Álex López sentenció desde la línea de personal para asegurar la cuarta victoria de la temporada (79-68).

Ficha Técnica:

79 - San Pablo Burgos (20+16+18+25): Ognjen Jaramaz (7), Branden Frazier (13), Javi Vega (4), ''Slava'' Kravtsov (2), Vlatko Cancar (2) -cinco inicial-; Bruno Fitipaldo (11), Álex Barrera (2), Goran Huskic (14), Dino Radoncic (3), Deon Thompson (14), Álex López (7).

68 - Iberostar Tenerife (23+18+15+12): Rodrigo San Miguel (0), Thad McFadden (20), Javier Beirán (12), Colton Iverson (5), Tim Abromaitis (10) -cinco inicial-; Lucca Staiger (3), Mamadou Niang (1), Nico Brussino (0), Ferrán Bassas (9), Sebas Sáiz (5), Pierre Gillet (3).

Árbitros: Miguel Ángel Pérez Pérez, Vicente Bulto, Rubén Sánchez Mohedas.

Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de la Liga Endesa disputado en el Coliseum Burgos ante unos 9.100 espectadores.