El primer tercio de competición, referencia estimada como fiable por los entrenadores de la Liga, presenta unos números preocupantes para el Tenerife. El conjunto de Oltra tiene el peor bagaje de este siglo, solo igualado por el que observaba a estas alturas en la temporada 2010/11, que terminó con el descenso a Segunda División B. Ahora, como entonces, ya ha agotado la primera opción de buscar un revulsivo a través del cambio de entrenador.

El Tenerife tiene 13 puntos, menos de uno por partido, balance absolutamente insuficiente para alcanzar, en un proporción normal, la meta de los 50 puntos, que casi garantiza la continuidad en esta competición. Aún así hay cuatro peores, por lo que el Tenerife sigue fuera de los puestos de descenso, aunque con los mismos puntos que el último implicado, el Reus, uno por encima del renacido Extremadura y con dos de ventaja sobre el Córdoba, que acaba de cambiar de entrenador.

En términos históricos, el Tenerife no ha tenido tan pocos puntos en ninguna liga de esta categoría en el presente siglo, salvo el año de la pérdida de división, en 2011. Su mejor primer tercio fue en 2001, cuando a estas alturas tenía 30 puntos. Lo normal, es que tras el primer tercio, el equipo blanquiazul haya sumado entre 15 y 17 puntos, aunque la pasada campaña ya había acumulado 21 en esta misma jornada y se había instalado en la séptima posición.

El balance goleador también presenta síntomas que llaman a la preocupación. El Tenerife solo ha metido 11 tantos (el Reus con 10 y el Nástic con 9 son los peores). Con este promedio de 0,7 gol por partido, el equipo tinerfeño iguala también sus peores marcas del tercio inaugural en las últimas 16 campañas en la categoría. Solo once dianas había también en su casillero en las campañas 2006/07 y 2013/14, aunque esos dos años tenía más puntos sumados a estas alturas. En el plano de los goles encajados, las cifras no son tan malas, porque los 18 tantos que ha recibido Dani Hernández no están entre las peores marcas de esta liga, ni tampoco es de los balances más deficientes en la comparación parcial con las temporadas anteriores. Otro dato alarmante es el de los triunfos, 2 de 14, tantos como los dos colistas y menos que los otros 19 equipos.