No se puede ir haciendo el ridículo por la Península cada dos semanas. Resulta inaceptable. Este Tenerife no compite fuera de casa. La historia se repite, ayer con el Osasuna como rival. Ellos muerden, los insulares se arrugan. Mientras las miradas se dirigen al banquillo o al palco, sobre el césped un buen número de sombras vestidas de blanco y azul pierden duelos, sufren despistes y fallan en acciones incomprensibles. Lo peor es que un equipo que alguna vez empata y casi siempre pierde como visitante está poniendo en peligro la categoría. Así de crudo y así de real.

Apostó José Luis Oltra que no acertaríamos en el once y lo cumplió, dejando fuera del mismo a Suso. Entró en su lugar Tyronne del Pino. Lo demás estaba previsto: Aveldaño y Carlos Ruiz en el centro de la zaga, Joao y Naranjo en la izquierda y la media punta. Todo un riesgo, teniendo en cuenta el perfil de sus extremos y la escasa fiabilidad de sus dos laterales.

Una jugada representa lo que son ambas escuadras en este momento del Campeonato. José Naranjo, solo delante de Rubén, estrella su remate en el portero local. El despeje acaba en un contragolpe culminado por Juan Villar, en el primer palo y a pase de Kike Barja, después de una cabalgada por la autopista de siempre: la derecha blanquiazul. Era el minuto diez. Todo un mazazo.

Pero no fue una sorpresa. A los tres minutos ya avisaban de ello los locales. Clerc superó a un despistado Luis Pérez y dio el pase de la muerte a Juan Villar, que remató fuera. La izquierda no andaba mucho mejor. En un desajuste de Camille, demasiado relajado en la acción, Lillo acabaría por estrellar en el poste un centrochut (18''). Con poco, los navarros asustaban. De ello se dieron cuenta y así vivieron toda la primera parte.

Mientras, Oltra se desgañitaba en la banda en busca de una reacción que no llegaba. Al Tenerife le costaba encontrar a sus mediocentros. Solo cuando el juego pasó por ellos hubo opción de ver de cerca a Rubén. En una buena internada de Joao Rodríguez por la izquierda, Malbasic dejó para Tyronne y este estrelló su remate en un defensa (44''). Puesto a autolesionarse, el conjunto insular dejó que el córner resultante se convirtiera en el germen del dos a cero. Salvó Dani Hernández en el mano a mano con Rubén García, después de un balance defensivo propio de benjamines, y en el saque de esquina, la parsimonia visitante fue aprovechada por Oier para enviar el balón al fondo de la red justo antes de que el colegiado señalara el descanso.

El receso pareció servir de poco a Oltra y los suyos. A los tres minutos de la reanudación ya había tirado entre los tres palos Juan Villar, que se topó con Dani. No fue la única porque, después de una pérdida incomprensible de Camille, Roberto Torres superó a Carlos Ruiz y disparó a quemarropa para que el portero sacara una mano milagrosa (54''). A continuación, a Rubén García se le fue alta por poco una falta directa (56'').

Enterrado como estaba, un pelotazo pudo revivir al Tenerife cuando Aridane despejó mal y dejó a Malbasic delante de Rubén. Apretado por Unai García, el serbio remató fuera (58''). Lo volvió a intentar tres minutos más tarde, después de un gran pase de Undabarrena, y fue Rubén el que impidió el tanto.

Con el Osasuna pensando más en su ventaja, el cuadro insular pudo tener el balón y manejarlo con cierto criterio. En El Sadar hablaron un idioma Undabarrena, Milla y Malbasic. El resto ni dijo ni mú.

Al límite del fuera de juego, Suso y Naranjo vieron anuladas dos acciones de mucho peligro. Adelantadísima para juntar sus líneas y facilitar la presión tras pérdida, la zaga rojilla jugó siempre a la ruleta rusa. Pero el nivel de la defensa tinerfeña igualaba fuerzas. Así, Villar falló la sentencia después de un regalo de Aveldaño (70'') y Fran Mérida, en un disparo desde la frontal que se le marchó desviado (76'').

Malbasic, que parece embrujado, volvió a rondar el gol con un disparo de media distancia que se estrelló en el poste izquierdo (76''). Fue la última de un Tenerife que vive condenado por su escasa eficacia en las áreas. En la propia regala, en la contraria falla. Mientras, el tiempo pasa y la zona por eludir el descenso parece cada vez más el terreno en el que vivirán los blanquiazules este curso.

Osasuna: Rubén (1), Lillo (1), Unai García (1), Aridane (1), Clerc (2); Oier (2), Fran Mérida (2); Rubén García (2), Roberto Torres (2), Kike Barja (1); y Juan Villar (2). A los 67 minutos, Nacho Vidal (1) sustituyó a Kike Barja; a los 77, Luis Perea (s.c.) hizo lo propio con Roberto Torres; y a los 82, David Rodríguez (s.c.) sustituyó a Juan Villar.

Tenerife: Dani Hernández; Luis Pérez, Aveldaño, Carlos Ruiz, Camille; Luis Milla, Undabarrena; Tyronne, José Naranjo, Joao Rodríguez; y Malbasic. En el minuto 51, Tyronne dejó su puesto a Suso; en el 73, Borja Llarena reemplazó a Joao ; en el 84, Javi Alonso entró por Undabarrena.

Árbitro: José Antonio López Toca (1), del Comité Cántabro, asistido por Cueto Amigo y Pescador Hernández. Amonestó a José Naranjo (40''), Aveldaño (44''), Oier (53'') y Aridane (89'').

Goles: 1-0, m. 10: Juan Villar, a pase de Kike Barja; 2-0, m.45''+1: Oier, después de un rechace en el área, a la salida de un córner.

Incidencias: Partido de la jornada 14 del Campeonato Nacional de la Liga 123, disputado en el estadio de El Sadar, ante 14.182 espectadores, de los que más de medio centenar eran seguidores visitantes. El encuentro fue ofecido en directo por los canales de pago de LaLiga 123 TV. El Tenerife lució camiseta azul y pantalón blanco, mientras que los locales vistieron su indumentaria habitual. Estuvo presente Miguel Concepción en el palco de autoridades.