Fue a la novena, y de qué forma... El CB Canarias consiguió por fin doblegar al Valencia en Tenerife. Lo hizo pasando por encima de un equipo que mantiene a más de la mitad de huestes que alzaron la ACB hace menos de dos años y al que deja a dos triunfos, encarrilando su billete para la Copa del Rey.

Resultó una exhibición en los dos campos -ofensivo y defensivo-, liderada por el mejor Javi Beirán de siempre -32 créditos de valoración-, para confirmar la cuarta victoria más abultada de los insulares en la Liga ACB -más 34-.

A pesar de llevarse el primer cuarto con una exhibición de acierto exterior -85%-, la escuadra de Jaume Ponsarnau terminó desquiciada -16 pérdidas, que propiciaron 22 puntos insulares- frente a la de su superior la pasada temporada, Txus Vidorreta.

Fue una fiesta completa tras el retorno a las canchas de Nico Richotti. El capitán recibió el cariño de un público entregado en el minuto y 27 segundos del que dispuso. Incluso se permitió el lujo de anotar en una histórica cita canarista en el Santiago Martín.

El Iberostar cogió las primeras rentas explotando situaciones interiores con Iverson y exteriores con McFadden. Rodrigo San Miguel se colocó con dos faltas a los tres minutos, algo que ocasionó la mínima ventaja taronja -tres tiros libres convertidos por Matt Thomas-. La circulación local encontró petróleo en las esquinas (triples de Abromaitis y de Beirán para el 16-10). Un resbalón de San Emeterio -los taronjas se quejaron del firme- propició un nuevo castigo desde el 6,75 por parte de Bassas. Ponsarnau paró el choque con el más nueve -5''-. Sergi García salió a la cancha para limar distancias. Cuatro triples del joven base y uno más de Dubljevic, castigando las permutas defensivas, colocaron un parcial de 5-17 para el 24-27 al final del primer cuarto. El Valencia había anotado seis de los siete intentos exteriores.

Retomó el Iberostar la intensidad defensiva con el retorno de San Miguel. Una penetración del maño puso de nuevo a los aurinegros por delante. Empero, el bonus a más de seis minutos y medio amenazaba al Canarias. Abalde se sumó a la anotación visitante -apenas lo habían hecho cuatro valencianos hasta entonces- con cinco puntos consecutivos (33-34). Sí aprovechó que su adversario se cargó de faltas la escuadra tinerfeña. Beirán respondió a un triple de ocho metros de Matt Thomas (40-37), ante un Valencia que apenas había lanzado cinco tiros de dos -tres aciertos- hasta el momento y se veía ahogado por la cerrada retaguardia rival. Un dos más uno de Iverson y cinco puntos de Abromaitis volvieron a disparar a los aurinegros (50-40).

La pérdida de efectividad en el lanzamiento exterior taronja se hizo más patente tras el receso, a la vez que la canarista iba aumentando. McFadden, San Miguel y Beirán aprovecharon las circulaciones y el desconcierto defensivo valenciano. Únicamente el arrojo interior de Dubljevic mantuvo a los suyos a una distancia prudencial (59-48). Un magistral rectificado de Beirán en el poste bajo y siete puntos seguidos de Abromaitis, acertado desde fuera y con confianza para atacar el tablero, pusieron el más 20 (72-52). El guion ofensivo del Valencia se desmembraba pérdida tras pérdida, y el intercambio de canastas en el epílogo del tercero trajo el 81-58.

Únicamente una zozobra de marca mayor canarista evitaría el triunfo insular. No sucedió. A excepción de la irreverencia bajo el aro de Dubljevic y de algún chispazo de Sergi García, el Valencia puso poca oposición al ciclón canarista y a la ola de algarabía del Santiago Martín. Los "alley oops" de Beirán para Brussino y de Staiger para el reaparecido Niang fueron la antesala del fin de fiesta. Ese en el que Nico Richotti volvió a jugar 11 meses después de su grave lesión en su articulación. Incluso el capitán se permitió brindar una canasta al respetable. Mejor, imposible.