Héctor Hernández Ortega (Valladolid, 23-5-91) es el jugador que cerró la relación de fichajes del Tenerife en el pasado mercado de verano. Desvinculado de la Real Sociedad, el lateral zurdo se comprometió con el club tinerfeño para la Liga 18/19, en la que sigue aspirando a llevar al equipo "al lugar que merece".

¿El gol de Acosta en La Romareda, en el último minuto, le aportó al Tenerife algo más que un punto?

Volvimos a la Isla con sensaciones positivas porque el equipo hizo un partido bueno y serio. Merecimos ganar, pero encajamos el gol de penalti en una acción desafortunada que nos rompió los esquemas. Luego, en el último minuto recibimos el premio de la constancia.

Habrá visto la jugada del penalti.

Desde dentro no teníamos claro si era penalti o qué había pitado. Un compañero tuvo mala suerte, pero no pasa nada, estamos para ayudar y para animar. Estando todos juntos, seguro que le brindaremos los tres puntos a la afición.

¿Esperaba que iba a ser más fácil salir de los últimos puestos?

Es verdad que nos está costando, pero aún queda mucha Liga. Estamos trabajando para sumar, y con el esfuerzo diario lograremos escalar puestos y conseguir el objetivo que todos queremos.

Oltra es el primero en recordar que hay tiempo para todo. Veo que comparte con él ese optimismo.

El míster manda, y si él dice que lo ve así, más a mi favor para estar a muerte con él y con el grupo, trabajando día a día. No nos ponemos un objetivo claro, pero sí pensamos en ir escalando posiciones.

¿Qué presentimiento tiene?

Al menos en el último partido, el equipo demostró que puede estar más arriba en la clasificación. Es verdad que no estamos aprovechando las ocasiones de gol que creamos y eso nos condiciona, pero con trabajo y esfuerzo todo va a llegar.

¿Mejorar el juego de ataque es ahora la principal tarea?

Vino un entrenador nuevo con otras ideas y las estamos asimilando poco a poco. Estás acostumbrado a un técnico y a un estilo, y no es fácil habituarte a otra forma de jugar. Llegó un nuevo míster y, de repente, hemos cambiado. No es fácil, pero estamos haciéndonos a ello. El partido de Zaragoza fue bueno dentro de la línea defensiva. En cuanto a las ocasiones, están llegando. El gol entrará más pronto que tarde.

Entonces, no diría que es pan para hoy y hambre para mañana.

Estamos empezando la temporada y el entrenador lleva poco más de un mes con nosotros. Hay que darle tiempo a él y también al equipo para que asimilemos todos los conceptos que quiere. Como dice el míster, esto va a ir cogiendo la forma que queremos, pero hay que ir poco a poco.

Siendo lateral, ¿se siente cómodo en un sistema de juego con mayor recorrido en la banda?

Por mi forma de jugar, me viene muy bien ser carrilero en una defensa de cinco. Siempre que tenga los conceptos claros, me parece que es bueno jugar de carrilero, pero sea como sea, lo importante es estar ahí y hacer lo que pide el entrenador.

El Tenerife marca pocos goles y se enfrenta al reto de vencer al equipo menos goleado. ¿Le preocupa algo del siguiente partido?

El Alcorcón viene en un gran estado de forma, es un equipo que está de dulce. Será un partido importante, así que veo más a mi favor para brindarle a la afición los tres puntos ante un gran equipo.

¿La presión es para tanto?

No. Es verdad que tenemos ganas de brindarle a nuestra afición un triunfo para que vuelva a casa contenta con el juego del equipo. Invito a que venga a al estadio y que nos anime. Seguro que estando juntos, conseguimos mejores cosas y seremos más fuertes. Con esa idea nos presentaremos este sábado.

¿Pesa jugar en casa ahora?

Es normal que la afición esté descontenta con nosotros. Al final, refleja su alegría o su enfado en función de los puntos, del juego, de ganar o perder... Y es verdad que no le estamos dando las alegrías que queremos, pero para nosotros, la gente es muy importante, y si viene y nos anima, estoy seguro de que será positivo para las dos partes.

El domingo pasado recuperó un puesto en el "once" en un estadio muy familiar para usted.

Sí, le guardo mucho cariño a Zaragoza y al club. Allí pasé cuatro años de mi vida en los que debuté en Primera División. Siempre estaré agradecido al Zaragoza. No había vuelto a jugar en La Romareda desde mi salida (2013). Antes de esa etapa en el Zaragoza estuve siete años en las categorías inferiores del Real Valladolid. El Zaragoza me fichó de la selección de Castilla y León. Llegué con 17 años. Estuve una temporada en el equipo juvenil, luego pasé al filial (Segunda B) y terminé alternando con el primer equipo.

En la Real Sociedad sí consiguió consolidarse como profesional.

La considero mi casa, mi todo... Soy quien soy gracias a la Real Sociedad. Siempre le estaré agradecido. Me fui siendo de la Real.

Salió cedido al Granada y el Alavés, pero no tuvo suerte.

En el Granada (2016/17) descendimos a Segunda División, pero fue una temporada positiva a nivel individual. Luego, el año del Alavés fue para olvidar (17/18). Estuve lesionado la Liga entera. Es algo muy duro para un futbolista. Me lesioné en el último partido de la pretemporada y me recuperé a falta de ocho jornadas. Tuve una sinovitis en el cartílago y un edema óseo.

Estuvo en manos de Mikel Sánchez, el mismo médico que está tratando a Aitor Sanz.

Si estoy aquí, jugando en el Tenerife, es gracias a él y a su cuerpo médico. Lo hablé con Aitor y le pedí que le diera recuerdos de mi parte.

¿La lesión está superada?

Sí. Totalmente. Además, viví un verano diferente. Trabajé más, aún si cabe, porque quería estar a punto. La pretemporada fue más exigente de lo normal por el cuerpo técnico que vino (Asier Garitano, en la Real Sociedad), pero eso me vino muy bien. De hecho, lo agradezco, porque a día de hoy me encuentro muy bien a nivel físico.

¿Se veía fuera de la Real?

Sabía que iba a salir, pero no a qué equipo. Tenía claro que necesitaba trabajar para mí, para estar bien y encontrarme al cien por cien.

Y apareció el Tenerife.

Tuve más ofertas, pero cuando me llamó el Tenerife no lo dudé ni un momento. Pensé que era un club histórico, con solera, con afición... Esta es una temporada para aprovecharla e intentar devolver al equipo al lugar que merece, porque es un club grande de Primera.

¿Es como imaginaba?

El vestuario me ha sorprendido para bien, porque está lleno de gente positiva y, sobre todo, de buenas personas; y eso suma. Luego, se trata de un vestuario trabajador, y eso es de agradecer en el día a día: todos trabajan, todos luchan y eso es algo súper importante. También es bromista y alegre, que igualmente es bueno. Es verdad que, aun teniendo este vestuario, no hemos empezado bien, pero pido paciencia, porque los resultados seguro que llegaran.

Había jugado en Segunda B y en Primera. ¿Qué tal en Segunda A?

Es muy competitiva, cualquiera te puede ganar. Da igual jugar contra el primero o el último; cualquiera te saca los colores perfectamente. Tienes que ir siempre con el cuchillo entre los dientes, ya que no sabes qué te puede deparar un partido.