La preparación del partido de este sábado ante la AD Alcorcón (19:30) comenzó ayer para el Tenerife con un entrenamiento en el que pudo participar con normalidad Nano Mesa. De esta manera, se disiparon las dudas que existían por el estado del delantero, que sufrió la semana pasada un esguince en el tobillo derecho y se vio obligado a pedir el cambio en el encuentro con el Zaragoza a causa de un traumatismo en el mismo pie.

El futbolista cedido por el Éibar se ejercitó en una sesión en la que José Luis Oltra tuvo las altas de dos futbolistas que se perdieron la visita a La Romareda por problemas físicos: Samuel Camille, por un abceso amigdalar, y Lucas Aveldaño, por unas molestias en los isquiotibiales. Aunque ni el lateral francés ni el central argentino completaron el entrenamiento desarrollado en la Ciudad Deportiva (se retiraron al mismo tiempo que los titulares en Zaragoza), seguramente estarán disponibles para, al menos, entrar en la convocatoria.

No es el mismo caso de Paco Montañés, que inicia su segunda semana de baja por la microrrotura muscular que sufrió en el partido con el Lugo. El interior castellonense recibió tratamiento de fisioterapia y, si se cumplen los pronósticos de los médicos, estará sin competir unos diez días más. La de Montañés no será la única ausencia segura en el encuentro con el Alcorcón. Se añade a la de Aitor Sanz, que continúa en Vitoria, donde está siguiendo un tratamiento con el que espera superar su dolencia en el pie izquierdo.

Aparte de estos casos, la práctica de ayer dejó un percance para Chilunda, que se marchó a los vestuarios con un fuerte dolor en la cara por un golpe que recibió en una acción de los partidillos de la parte final de la jornada.