Miguel Concepción ha cedido. Los malos resultados del Tenerife en las nueve primeras jornadas de Liga (es décimo octavo con 8 puntos de 27 posibles), los cánticos del Heliodoro en el partido del pasado domingo ante el Lugo pidiendo su salida y la del director deportivo y la proximidad de la finalización del contrato de este último han llevado al dirigente a preparar una bandeja para colocar en ella la cabeza de Alfonso Serrano.

De momento, ha iniciado un "tiempo de reflexión" sobre el asunto. Pero según informó ayer Radio El Día, solo falta elegir el momento. Este podría hacerse realidad a final de temporada si los resultados mejoran o anticiparse a las próximas semanas si no se produce una reacción inmediata del equipo. El escenario deseable, defiende la cúpula del club, pasaría por una remontada clasificatoria que ayudara a ofrecer una mejor salida al actual responsable del área deportiva.

Su continuidad podría extenderse incluso más allá del mercado de invierno en este caso. De no ser así, el profesional vallisoletano se vería relevado en próximas fechas y la búsqueda de un sustituto se aceleraría con el objetivo de que este afrontara, con tiempo, el trabajo correspondiente al mercado de invierno. Con el tope salarial agotado, el responsable de fichar en el CD Tenerife debería llevar a cabo primero algunas salidas con el objetivo de ganar algún margen de maniobra en las llegadas.

Serrano, que vive su segunda etapa en la entidad insular, diría así adiós en su sexta temporada (novena si se cuentan las tres de su experiencia anterior como blanquiazul). El propio Miguel Concepción, asfixiado ahora por las críticas, señaló hace menos de un mes que había cometido "más aciertos que errores" y que mantenía su confianza en él.

En estos años ya estuvo al borde del precipicio durante la temporada 15/16, pero la elección de José Luis Martí le permitió recuperar crédito. Del siguiente curso salió reforzado al construir un equipo que acabó clasificándose para el "playoff". Pese a disponer de una suculenta oferta del CA Osasuna, se decantó por renovar dos años más con el Tenerife. Desde entonces, el tardío relevo en el banquillo del curso pasado y el mal arranque de este ejercicio le han vuelto a situar en la picota.

Después de una victoria, dos empates y una derrota con José Luis Oltra a los mandos, el crédito del hombre que eligió al actual técnico está próximo a agotarse. En cambio, las miradas del presidente no se dirigen al banquillo. Su intención, como publicó EL DÍA el pasado miércoles, es la de mantener al técnico hasta final de temporada "pase lo que pase".

Concepción, que visitó a la plantilla el pasado viernes para pedirles compromiso ante una coyuntura deportiva tan compleja, tampoco se queja del nivel de la plantilla confeccionada. Sí lamenta el rendimiento. Por eso, el siguiente paso será revisar los objetivos de un proyecto 18/19 que, de confirmarse la salida en fechas próximas de Alfonso Serrano, habrá fagocitado a su director deportivo y al entrenador elegido (Joseba Etxeberria) antes de llegar al primer tercio del Campeonato.

No es la única papa caliente para el presidente que, recientemente, confirmó que el director general Pedro Rodríguez Zaragoza ya no ejerce como tal, pese a continuar en la disciplina del club. Todo un síntoma de improvisación en la toma de decisiones.

las claves

La presión ha hecho que Concepción se plantee el relevo de Serrano. Algunos empresarios de su entorno le pedían que actuara, de la forma que fuera, para frenar las crecientes críticas recibidas.

El desgaste del director deportivo ha ido en aumento desde que la pasada campaña retrasara la salida de José Luis Martí. Además, la destitución de Joseba Etxeberria ha sido un arma de doble filo.

La última renovación se produjo en un contexto favorable (con el equipo en "playoff" en 2017) y la oferta inicial de Concepción comprendía tres campañas. Fue el propio Serrano el que la rebajó a dos.

El sustituto del vallisoletano, en caso de quedar confirmado su relevo, no llegaría de forma inmediata. Es más, el club se plantea la promoción interna como alternativa, ya sea transitoria o definitiva.

Los números de Concepción en sus 12 años al frente del club hablarían por sí solos: 15 cambios de entrenador y 5 de directores deportivos.