Colista de la Segunda División de la Liga Nacional de Fútbol Sala, sin sumar aún un punto y con dos goles a favor y 29 en contra en cinco encuentros, y eliminado de la Copa del Rey por el Iberia Toscal -milita una categoría por debajo-... El comienzo de temporada del Dimurol Salesianos Tenerife ha dejado al equipo de Ruymán Cabello "tocado", aunque los norteños se aferran al Quiquirá para enderezar el rumbo en los próximos compromisos como local.

¿Cómo está el equipo?

Ahora mismo lo más que nos preocupa es el estado anímico. Los resultados nos han mermado y el equipo no está en su mejor momento. El pasado martes, después de la Copa del Rey, tocamos fondo. A partir de ahí tuvimos alguna sesión donde pudimos hablar para intentar reaccionar ante las adversidades. Afrontamos el partido de Burela -pasado sábado- con la intención de recuperar las buenas sensaciones. A pesar del resultado (5-0), hicimos un buen encuentro, sobre todo en la primera parte, donde estuvo muy igualado. Nuestro planteamiento les sorprendió y fuimos muy competitivos, pero nos castigaron nuestros desaciertos. La verdad es que cuando estás en esta dinámica es muy complicado salir.

Ante esta situación, ¿por dónde pasan las perspectivas de futuro? ¿Acudirán al mercado invernal para reforzar al equipo?

Nosotros habíamos hablado de no marcarnos ningún objetivo clasificatorio antes de comenzar la Liga. Una vez avanzadas cinco jornadas y viendo cómo está la situación, queremos mirar el lado positivo. Sabíamos que teníamos un calendario complicado, al que se sumaba el periodo de adaptación. Fue mejor tener ese tramo ante los equipos que están llamados a luchar por ascender a Primera División. Viendo un poco el calendario hasta el fin de la primera vuelta, nos hemos propuesto conseguir entre nueve y 12 puntos. Eso pasa por ganar los partidos como locales, de cara estar en la pelea por la salvación. También está la posibilidad del mercado de invierno. A ver si somos capaces de reforzarnos para afrontar la segunda vuelta con opciones de poder mantener la categoría.

¿En qué posiciones tienen más necesidades ahora mismo?

Está claro que en las ofensivas, en cuanto al gol se refiere. Ahí es donde tenemos el mayor déficit y es lo que estamos mirando, a ver si hay posibilidades, aparte de recuperar la confianza de nuestros jugadores con gol, de reforzarnos con ese jugador que nos pueda dar ese número de goles que nos ayude.

Viendo fríamente los números de su equipo, ¿cómo se convence a la gente de que pueden salir adelante y salvarse?

Es lógico. Ves los tanteadores del inicio y te das cuenta de que todos nuestros rivales han sido capaces de sumar puntos y sus partidos son disputados e igualados. Mientras, los nuestros, a excepción del encuentro contra el Santiago, son resultados contundentes. Eso hace que ahora mismo seamos el candidato número uno para el descenso. Lo que tenemos que hacer es sumar pronto. Que estemos en la lucha hasta el final pasa por que nos recuperemos lo antes posible. Hay un partido clave el sábado frente al Manzanares -Pabellón Quiquirá, 18:00 horas-, donde se tiene que ver ese cambio y que estos cinco partidos de Liga más el de la Copa nos han servido para adaptarnos.

¿Pensaba que la mentada adaptación iba a ser tan complicada para los jugadores sin experiencia?

Sabíamos que el inicio iba a ser muy difícil. Hablando, es cierto que hemos sacado la conclusión de que nuestro primer resultado ante ElPozo Ciudad de Murcia en casa fue duro (0-10) y que nos tocó anímicamente. Luego, muchas veces hemos estado compitiendo bien por momentos en otros partidos, pero nos ha entrado el temor de encajar otra derrota tan abultada como aquella. Hemos tenido más miedo a perder que ganas e ilusión por conseguir algo. Estamos con todos los sentidos puestos en el partido ante el Manzanares. Los dos partidos en casa que hemos tenido han sido con ElPozo y el Real Betis. Ha sido imposible poder sumar. En este encuentro veremos si somos capaces de lograr puntos y poder luchar por la salvación.

Ha hablado del estado anímico. ¿Cómo está usted en ese sentido? ¿Puede asegurar que pase lo que pase va a continuar?

La verdad es que anímicamente estoy muy bien. Ya llevo mucho tiempo en esto y he pasado por diferentes circunstancias. Cuando asumimos el reto de ascender con nuestra filosofía, yo sabía que iba a ser un año duro. Lo que tenemos que tener claro es que en estos momentos de dificultad es cuando tenemos que ser más fieles al trabajo y a la constancia. Esto es un proyecto a largo plazo. Tengo la total confianza del club y de la plantilla. Si las cosas fueran mal y la entidad decidiera, o decidiéramos, que la opción fuera el cambio de entrenador, lo asumiría con total humildad y responsabilidad. No creo que eso suceda porque nosotros tenemos claro que esto es un proyecto a largo plazo. Vine hace tres temporadas, esta es la cuarta, hemos conseguido muchas cosas, todavía tenemos mucho trabajo por hacer y me quedan muchas cosas por llevar a cabo dentro del Salesianos Tenerife.