Con su paciencia habitual y el discurso lleno de explicaciones de siempre, José Luis Oltra compareció ante los medios antes de volver a sentarse en el banquillo local del Heliodoro, una circunstancia "especial" para él, pero que no le desvía del objetivo importante: "ganar".

¿Qué tal ha ido la semana?

La semana ha sido buena de trabajo, con el grupo muy receptivo. Desde que analizamos el lunes aspectos del partido anterior, unos positivos y otros muchos para mejorar, pues ya nos centramos en el siguiente. Intentaremos buscar esa primera victoria. Tenemos que hacernos fuertes en el Heliodoro y sabemos que la gente nos va a respaldar y a llevar en volandas. Ahora mismo, nos aislamos de la clasificación y de los números. Sabemos que no van acordes al potencial, pero miramos al futuro.

¿Están disponibles Joao Rodríguez y Tyronne?

Han entrenado bien, sin ninguna molestia. Salvo la sanción de Luis Pérez y Chilunda, que ha llegado bien pero solo va a trabajar dos días, el resto está disponible.

¿Cómo va Aitor Sanz?

Eso lo deberían explicar los servicios médicos. A corto plazo no puedo contar con él, pero no es tanto como me habían dicho en principio. Él está bien, está con ganas de ponerse bien. Es verdad que se ha alargado más de la cuenta, pero estas cosas forman parte del fútbol.

¿Con ganas de sentarse de nuevo en el banquillo local?

Será especial para mí. Es la vuelta al banquillo del Heliodoro. El Tenerife es el equipo más especial al que he entrenado y durante más tiempo. Pero no quiero vivir del pasado. Mantengo la idea futbolística y la intención de hacernos fuertes de local. Eso es básico para lograr un objetivo. Sabiendo que el Cádiz es un equipo organizado, estructurado, con señas de identidad propias y con mucho tiempo trabajando con el mismo entrenador, hay que lograr victorias y puntos para escalar en la tabla.

¿El 5-3-2 de Córdoba fue circunstancial o la va a mantener?

La idea de juego depende de la cultura futbolística y, fundamentalmente, de las características de los jugadores. Pero esa idea se puede llevar a cabo con un 4-2-3-1, con un 4-4-2, con el 4-5-1... Me refiero a que los números son solo posiciones de partida. El otro día nos faltó confianza, criterio, llegada y finalización en ataque. Defensivamente estuvimos mejor. El historial de mis equipos es con cuatro defensas, pero lo importante es que querremos tener el balón y llevar la iniciativa. Sí queremos ser más presionantes e incomodar al rival en defensa.

¿Cree que esa falta de confianza tiene que ver con el cambio de técnico, de idea y de dibujo o también arrastra los resultados?

Influye todo. Tampoco creo que sea solo falta de confianza. Más bien es exceso de responsabilidad. Demasiadas ganas de lograr la primera victoria, de demostrar que son buenos futbolistas. Las dinámicas, los estados de ánimo y de forma no les han dejado. Es normal que el cambio de posición de partida, el no apretar todas las veces sino algunas, el no ser siempre vertical sino buscar la pausa y recuperar con la posesión... te haga tener dudas. Esto requiere un pequeño proceso de adaptación y de construcción. Tampoco pedimos paciencia porque había que ganar en Córdoba y habrá que ganar en el siguiente partido pase lo que pase ante el Cádiz.

¿Cree que la plantilla le da para este 5-3-2 cuando hay jugadores tan distintos como Luis Pérez y Raúl Cámara para un mismo puesto?

Le daría vuelta a la pregunta y te diría que nadie se tira piedras contra su tejado. Si no me gusta lo que vea, estaré abierto a modificar cosas. Y también digo que pueden jugar otros futbolistas en esa posición que se parezcan más a Luis. Trabajamos para que salga bien y esperemos que pueda funcionar.

Ante el Córdoba dio la impresión de que a los centrales de los lados (Aveldaño y Jorge) les costó avanzar para dividir, atreverse, y a los interiores mostrarse más.

No voy a negar la evidencia de que no tuvimos el balón. Nos faltó velocidad de circulación, puede ser que los de delante no se perfilaran bien para recibir, que no dividiéramos bien... Es la primera vez y se dio con solo cuatro entrenamientos. Creo que trabajándolo y ajustándolo se pueden hacer cosas. Algún matiz le vamos a dar el sábado.

¿Conocía ya a Rodri? ¿Qué cree que puede aportar?

Cuando uno está seguro de su trabajo, toda la gente que venga preparada y con ganas de sumar te va a hacer mejor. Ha venido un poco más tarde de mi llegada, pero lo hablé desde el primer día con Alfonso (Serrano). Queríamos que nos hiciera análisis de equipo propio, trabajo individualizado, aspectos ofensivos... Me parece un técnico preparado y que tiene claro lo que queremos de él y cuál es su rol.

¿Se centró más la pasada semana en lo defensivo e introducirá ahora cambios en ataque?

El equipo había encajado por encima de lo que tiene que ser la media. Yo soy más de marcar que de que no me marquen. Pero sé que el que menos encaja tiene muchas opciones de lograr objetivos. El otro día estaba más preocupado de lo defensivo. Creí que lo ofensivo iría mejor. Pero la mejor manera de defender es tener el balón. El Barcelona o el Betis defienden con el balón, que sería el ideal. En esta categoría no tenemos tanta calidad como imponer siempre el estilo. Pero como local tenemos que proponer y buscar la victoria.

Coinciden los dos técnicos que más veces han dirigido al Tenerife.

Una casualidad más, una dificultad más del partido. Ahora no estoy centrado en las circunstancias personales, aunque reconozco que será especial y que me voy a sentar en el banquillo de la derecha, que es el que me gusta a mí, y no en el de la izquierda como las últimas veces. Delante hay un grandísimo entrenador, que es el segundo en números pero es uno de los mejores que ha estado aquí. Pero como si fuera un desconocido. Hay que intentar ganar.

A Nano se le ve falto de confianza. ¿Cuál es la mejor solución? ¿Mantenerle en el once o dejar que entre de refresco para restarle presión?

Si tuviera la fórmula... Hay veces que les dejas fuera para protegerlos, que no sea la gente la que lo quite. Y otras veces lo haces a base de meterlo, darle continuidad y confianza. Nano es uno de los ejemplos más claros de exceso de responsabilidad. Condiciones y potencial tiene. Pero no está viendo portería y sabe que de él se espera mucho. Encima es de aquí y la gente tiene esas ganas añadidas. El trabajo es más psicológico. El otro día no entendió el partido, lo que yo le pedía. Pero él tiene que olvidarse de si le están chillando o aplaudiendo. A veces vale la pena parar antes de que vaya a peor la situación.