Arribó a Tenerife con la misión de agrandar su historia y la de su país de adopción. Jennifer O''Neill (Bronx, 19/04/1990) ha cumplido un nuevo sueño en su carrera deportiva; disputar un Mundial con su país de adopción. En el año 2015 se convirtió en la primera puertorriqueña en jugar en la WNBA -élite cestista-. El sueño será corto, pero lo convierte en intenso.

Innegablemente la cuna marca a las personas. El contexto del Bronx (Nueva York) quizá, a priori, no sea el más beneficioso para el desarrollo de un pequeño. No obstante, Jennifer O''Neill es una excepción que permite romper con los estereotipos y prejuicios que se lanzan sobre el mentado distrito estadounidense. No es la única que lo ha conseguido, Kemba Walker, actual jugador de los Charlotte Hornets (NBA), también.

Desde el Bronx hasta Puerto Rico. A la base, formada en la Universidad de Kentucky, se le puede considerar puertorriqueña de adopción. Así lo refrenda su pasaporte. Su evolución fue meteórica, la estatura no era impedimento para que despuntara en la NCAA. Así fue como le surgió la oportunidad de su vida, la de clamar la atención de la WNBA.

En mayo de 2015, y a pesar de tener 25 años, recibió una propuesta de contrato de Minnesota Lynx. El 5 de junio de ese mismo año debutó en la cúspide norteamericana. La boricua participó, con 2 puntos, 4 rebotes y 1 asistencia, en la victoria frente a Golpe de Tulsa. Sin embargo, el que ha sido su primer periplo en WNBA, no se extendió más allá de 13 encuentros, el club femenino que deriva del Minnesota Timberwolves.

Tras pasar por Israel, donde jugó con el Hapoel Rishon, y hacer lo propio en Puerto Rico, vistiendo la camiseta de Gigantes de Carolina, vio truncada su segunda oportunidad WNBA al rescindir un contrato con el Connecticut Sun antes del comienzo del curso.

Era momento de marchar a otro país. Haskovo 2012 (Bulgaria) le abrió la puerta para comandar su juego. La "playmaker" había dado un paso atrás para regresar, por la puerta grande a América, allí se convirtió en jugadora de los Seattle Storm. Cuando expiró su contrato con la entidad de Washington emigró de nuevo para recalar en su actual club; el Artego Bydgoszcz (Polonia).

Ahora, junto a su país de adopción, debuta en un Mundial. Gerardo Batista la incluyó en un roster del que había desaparecido en otras concentraciones internacionales, la del Bronx no rechazó. Ahora, metida en el exigente Grupo C, donde coincide con Japón, Bélgica y España, se ha echado al combinado a sus espaldas. Bélgica arrolló (36-86) a las boricuas, pero Jennifer O''Neill despuntó con 12 puntos. Ayer fue un paso más allá y le dio la noche a España en base a la persistencia que le caracteriza. Por detrás de Ndour, fue la máxima anotadora con 17 puntos. Japón ya le teme.