Una relación que no para de crecer. Estrellas del nivel del neerlandés Andy Souwer, el otomano Tayfun Ozcan, el mito tailandés Buakaw Banchamek, el georgiano Davit Kiria y, el pasado sábado, el marroquí de nacionalidad belga Nordin Ben Moh han sucumbido al poderío de Jonay Risco.

El sanmiguelero logró lo que muy pocos han hecho: defender el título mundial de la Enfusion, en menos de 70 kilos, dos veces en el mismo año. El cinturón se lo ajustó en 2016 en Las Palmas de Gran Canaria frente al bielorruso Dzianis Zuev. Si el pasado mes de marzo retuvo el cetro en Abu Dabi frente a Banchamek, uno de los mejores peleadores de kickboxing de toda la historia, el pasado fin de semana lo hizo, también a los puntos, en Amberes -Bélgica- ante Ben Moh.

Recién llegado a Tenerife y sin apenas haber podido dormir, el campeón sureño mostró a EL DÍA su alegría tras el hito logrado. "Estoy contentísimo porque nos salió el trabajo mejor de lo que pensábamos. Planteamos una pelea, mi entrenador -Moisés Ruibal- y yo, de cara a contrarrestar sus mejores golpes. Su rodilla era lo más que nos preocupaba", aunque también "la mano al hígado y el croché", comentó acerca del deportista norteafricano, que posee "un gran porcentaje de nocáut y frente a grandes nombres".

Risco limitó las virtudes de su adversario desde el comienzo del combate. "Sabía que a los puntos tenía muchas más posibilidades que él. Hice una buena salida y sus rodillas no entraban. Es un peligro porque aunque no de noqueen, te pueden cortar... No sentí en ningún momento sus mejores golpes. Nunca me vi peligrando. Hice un trabajo perfecto. La clave fue el ritmo. Moisés me hace preparar las peleas a un nivel de exigencia bastante grande", explicó el insular.

Atado hasta nueva orden "uno de los cinturones más cotizados" del panorama planetario, Jonay entiende que 2018 ha sido un año "con buenas oportunidades. Me están saliendo bien las cosas. A veces arriesgamos un poco y cogemos combates de manera muy precipitada, pero honestamente digo que si te ponen un buen contrato encima de la mesa hay que aprovecharlo".

Su trayectoria en los últimos años hace prever que el de San Miguel de Abona seguirá reclamando la atención de las grandes promotoras del mundo, como son la propia Enfusion, Glory o Kunlun Fight. "Donde todo el mundo quiere pelear y donde salen los mejores contratos".