La tenista española Carla Suárez Navarro, que eliminó hoy a la rusa Maria Sharapova en octavos de final del Abierto de Estados Unidos, admitió que se sintió "cómoda" en la pista central, donde debutó y ganó en dos sets (6-4 y 6-3) a la excampeona del último torneo de Grand Slam.

"Sé que María juega todos los días aquí. Para mí era totalmente diferente, así que estoy muy feliz porque completé un partido", declaró Suárez, al concluir el encuentro. "Realmente disfruté al gran público, esta increíble sesión nocturna", agregó.

Suárez rompió la racha de derrotas y avanzó a su segundo partido de cuartos de final del Abierto de Estados Unidos, primero desde 2013, ante Sharapova, que disputaba su duodécimo torneo en Flushing Meadows.

La tenista canaria aparecía como perdedora en los pronósticos previos al encuentro, ya que apenas había sumado un triunfo en los cinco enfrentamientos previos con la rusa: el conseguido en Montreal en 2014.

"Sabía de mi condición y por eso salí tranquila a la pista, además de tener muy clara la estrategia que debía desarrollar durante todo el partido", comentó Suárez. "Creo que la consistencia que mantuve desde el fondo de la pista fue la clave que al final hizo la diferencia a mi favor".

Su mejor tenis no pudo llegar en el momento más oportuno ni el mejor escenario posible, como fue en el día de su 30º cumpleaños y en la pista central Arthur Ashe, de Flushing Meadows.

Suárez nunca había jugado bajo las brillantes luces del estadio de tenis más grande del mundo.

Pero ella abrazó el momento y avanzó a cuartos de final de Grand Slam por séptima vez y por segunda vez en 2018 (Abierto de Australia).

Suárez Navarro jugará para disputar su primera semifinal de Grand Slam contra la finalista de 2017, la estadounidense Madison Keys. La decimocuarta preclasificada ha perdido solo un set en sus primeros cuatro partidos y ha ganado sus tres partidos en los duelos contra la tenista española.

"Ella tiene mucha experiencia en este torneo, en esta cancha. Intentaré disfrutar el partido como lo hice hoy", señaló Suárez. "Creo que intentaré aprovechar las oportunidades que tenga para conseguir la victoria, pero sin ningún tipo de presión".

Suárez fue finalista en New Haven hace dos semanas, pero perdió para caer a 2-9 en finales del Tour de la WTA.

Por su parte, Sharapova, de 31 años, que jugaba su duodécimo Abierto de Estados Unidos, rompió la racha de 22 partidos consecutivos que había ganado en la pista central.

Pero esta vez se enfrentó a una rival como Suárez, que estuvo siempre oportuna en cada uno de los golpes decisivos, no perdió la concentración y obligó a Sharapova a que se derrumbase en los momentos claves.

La campeona del Abierto de Estados Unidos de 2006 cometió 38 errores no forzados y tuvo poca efectividad con su saque, algo que no tuvo problemas en reconocer al concluir el partido.

"Ella (Suárez) jugó muy bien. Hay muchas cosas que hizo bien. Pensé que en las condiciones de hoy, el bote de la bola era más rápido y se me acercaba demasiado, mucho más que lo hizo con las tres rivales anteriores", explicó Sharapova, ganadora de cinco títulos de Grand Slam.