José Manuel García Naranjo (Rociana del Condado, Huelva, 28 de julio de 1994) está feliz en Tenerife. Aquí ha recuperado el ánimo y la ilusión después de dos años de mucho movimiento. Celta, Genk y Leganés no lograron sacar su mejor rendimiento. Ahora da un paso atrás para tomar impulso y crecer "con el Tenerife".

¿Por qué o por quién es futbolista José Naranjo?

Desde pequeño siempre me gustó el fútbol. Mi padre hizo un gran esfuerzo llevándome a entrenar. Primero en el equipo de mi pueblo, donde jugué un año. Luego me vio el Recreativo de Huelva y firmé con ellos. Era mi ilusión y se ha cumplido. Tengo la suerte de decir que soy futbolista profesional y en parte se lo debo a mi familia.

¿Qué supuso jugar en el Recre?

Le tengo mucho cariño a ese club, aunque no le han ido las cosas bien de un tiempo a esta parte. Espero que se vaya solucionando todo y logre estar donde se merece que es, como mínimo, en Primera.

¿Tuvo usted alguna referencia en aquella época de fomación?

Tengo muchos recuerdos. Fue fundamental Juan Palma, pero también Cándido Rosado o Juanma Pavón. Y mi referente como jugador es mi representante, Rafa Barber, con el que hablo cada día. Me da consejos y me acompaña. Le estoy muy agradecido.

Pasó luego por el Villarreal.

Fue una experiencia bastante positiva, la primera fuera de mi casa. Hice buen año y aprendí mucho de ese club, uno de los más importantes de España.

Ahí hay un paso que no se entiende mucho. Le dejó escapar el Recre y acabó en el Nástic.

El Recre no ejecutó una cláusula de renovación. No sé muy bien por qué. Quedé libre y me llamó el Nástic, donde estaba de director deportivo Emilio Viqueira. Él me conocía porque había estado en Huelva. Esa fue la mejor temporada que he hecho como futbolista profesional. Le estoy muy agradecido a Emilio, pero también a Vicente Moreno (ahora entrenador del Mallorca).

Fue un año mágico para usted porque le salió todo bien.

Los primeros meses fueron duros y no lo pasé bien. Pero me sobrepuse a cada dificultad y recibí la ayuda de los veteranos. Por ejemplo, Manolo Martínez siempre estuvo ahí y me ayudó mucho. Al final, fue una temporada muy bonita en la que nos quedamos a un paso de jugar en Primera. Yo tuve la suerte de hacerlo luego porque se fijó en mí el Celta.

Pagó tres millones de euros, pero luego solo duró unos meses allí.

Se dieron una serie de circunstancias que aconsejaban nuestra salida. Se hablaba de renovar al entrenador y no queríamos estar de cesiones todos los años. Apareció esta opción del Genk belga y decidimos salir.

Desde fuera, entenderá que fue un cambio extraño.

Creo que se dieron los requisitos para dar el paso y la verdad es que fue una experiencia muy positiva. Otro idioma, otro país, otra cultura... Aprendí mucho y superé situaciones difíciles. Tengo que valorar la experiencia así porque me sirvió para seguir aprendiendo. Jugué, hice goles y tengo buen recuerdo de Bélgica.

Su siguiente paso fue la cesión al Leganés el pasado mercado de invierno.

Pudo repercutir que llegué a un equipo hecho. También es verdad que en el Genk no pude jugar la Copa de la UEFA y me faltó algo de ritmo.

Llegamos a este verano en el que decide venir a Tenerife. ¿Cómo surge esa posibilidad?

Desde hace ya bastante tiempo andaba Alfonso (Serrano) detrás de mí. Tanto mi entorno como yo creíamos que dar un paso atrás nunca viene mal si la idea es dar una hacia adelante más fuerte. Y por eso estoy aquí a día de hoy. El del Tenerife es un proyecto interesante, que reunía todos los requisitos que considerábamos importante y por eso vine. El míster también me llamó y puso muchísimo interés en mí, por lo que estoy feliz de estar aquí.

¿Es muy antiguo el interés del Tenerife en usted?

Sí, desde mi etapa en el Celta de Vigo. Llevaba tiempo interesándose y no se había podido dar por circunstancias. El verano pasado también lo intentó, pero esta vez sí. Tuve bastantes opciones, incluso de otros países y con bastante dinero. También de España, alguna cosa de Primera y muchas de Segunda. Pero creí oportuno venir por el proyecto. Me gustó que la idea fuera llegar a Primera, pero yendo paso a paso. Además, en lo personal quería coger buenas sensaciones e intentar hacer una temporada como la que hice en el Nástic de Tarragona.

También buscará estabilidad. Entiendo que por eso ha firmado por cuatro temporadas.

Sí. La adaptación a una ciudad y un club ayuda a que luego te salga en el campo todo lo que llevas dentro. A día de hoy me siento muy feliz aquí y mi adaptación está resultando rápida. Tengo el objetivo de recuperar mi mejor versión.

¿Le carga de presión el hecho de que Joseba Etxeberria le considere un "jugador diferencial"?

Pienso que eso es un plus de motivación que me vean así. Sé que vengo en el mes de agosto y sin hacer una muy buena pretemporada, pero cada vez me voy sintiendo mejor tanto anímicamente como en lo físico. Creo que eso me ayudará a estar mejor en los próximos partidos.

¿Considera importante sentir la confianza en sus prestaciones para rendir mejor?

Creo que a todo jugador le sucede que rinde a su mejor nivel cuando le das confianza. En mi caso, lo considero muy importante y aquí siento que la tengo y pronto se verá el mejor José Naranjo.

¿Es usted más extremo que delantero? ¿Tiene preferencia en una de esas demarcaciones?

Me siento mejor por detrás del punta, pero he jugado arriba y también lo he hecho mucho en banda izquierda, como estoy haciendo ahora. Es donde mejor he rendido y creo que lo puedo hacer bien en esas posiciones.

En Almería lo intentó mucho, pero no le terminaron de salir bien del todo las cosas.

Es verdad que no acabaron de salirme bien las cosa, pero soy de esos jugadores que no paran de pedirla y de intentarlo de todas las formas posibles. Al final seguro que acabarán saliendo las cosas, con voluntad y trabajo.

¿Se daría por satisfecho igualando los 16 goles que logró con el Nástic?

Soy de ir cada partido a dar el máximo por el equipo sin plantearme esas cuestiones. Claro que hacer la máxima cifra de goles es positivo porque será bueno para el equipo, pero es una tontería fijarse una cantidad concreta porque si metes quince mejor que diez y si metes veinte mejor que quince.

Es este un equipo con una gran cantidad de recursos en la parcela ofensiva.

La verdad es que tenemos muchas posibilidades sí. En cada partido vamos a crear sensación de peligro. Aunque no estemos bien, como ha sucedido en estos dos partidos. No nos hemos encontrado lo fluidos que hubiéramos querido con balón, pero se ha visto. Sin hacer mucho hemos creado sensación de peligro y eso quiere decir que tenemos potencial arriba para ello. Cuando vayan pasando los días de entrenamiento, las jornadas y nos vayamos conociendo más, seguro que se verá la mejor versión de todos nosotros.

Tendrá usted ganas de debutar en el Heliodoro Rodríguez López este sábado.

Pues tengo muchísimas ganas de jugar en el Estadio y ante una afición tan bonita como la que hay aquí en Tenerife. Estoy supercontento de estar aquí, con muchas ganas de darle la primera gran alegría de la temporada logrando los tres puntos.

Le irán conociendo ya por la calle y diciendo cosas.

Estoy superagradecido por el recibimiento que he tenido y con muchísimas ganas de aportar cosas positivas al equipo. Ojalá llegue la victoria y, si puede ser, mi primer gol.

La parte positiva de estas dos jornadas es que ustedes saben que este no es el nivel real del Tenerife y que trabajando se pueden mejorar el juego y los resultados.

Evidentemente queda mucho. Solo llevamos dos partidos. Quedan cuarenta. Hay que tener calma y paciencia. Nosotros sabemos el equipo que tenemos, que está muy compensado. Sabemos las armas que tenemos.

¿Asusta una Segunda con Las Palmas, Málaga, Deportivo, Osasuna, Zaragoza...?

El fútbol está muy parejo a día de hoy. Los partidos se deciden por detalles. No hay que tener miedo a ningún rival. Creo que tenemos potencial y plantilla para plantarle cara a cualquiera. Haciendo las cosas bien podemos aspirar.

Una carrera a toda prisa

El Recreativo de Huelva tuvo una joya entre manos, pero no la supo cuidar. Creció en sus filas, pasó por el Villarreal y acabó en el Nástic, donde explotó a las órdenes de Vicente Moreno y gracias al apoyo de los veteranos. Vieron en él calidad, desborde y gol. Su segunda vuelta en Tarragona resultó estruendosa. Metió al equipo en "playoff" y empujó hasta donde le dieron las fuerzas para lograr el ascenso. Luego, cuando no se consiguió, el club aceptó su traspaso.

Celta, Genk, Leganés...

En apenas dos temporadas pasó por tres clubes muy distintos, desde el emergente Celta de la Liga Europa al Genk belga, con una última escala en Leganés durante seis meses de cesión. Eduardo Berizzo apenas contó con él en Vigo. Eso le llevó a plantearse la salida. Felipe Miñambres aceptó después de haber abonado tres millones de euros entendiendo que la progresión del chico se vería cortada. En Bélgica jugó y marcó, aunque no con la continuidad que merecía. Por eso, surgió la posibilidad de regresar a España y probar en Primera División. Con el equipo hecho, Garitano le dio minutos en la Copa. Pero Naranjo quería más, un destino donde ocupara un papel protagonista. Como Tenerife.