Todas las manifestaciones públicas de jugadores o del técnico respecto al estreno liguero del Tenerife coincidieron en señalar que la versión ofrecida por el equipo en la segunda mitad es la referencia que hay que tomar para lo que viene. Samuel Camille, que fue el jugador encargado de dirigirse a los medios en Los Rodeos, llegó a decir que el equipo no puede jugar solo 45 minutos y habló de falta de concentración en el primer tramo del encuentro ante el Nástic. Para el lateral francés, que coincidió en su crítica con las declaraciones que hicieron el mismo lunes sus compañeros, jugar tan mal medio partido "es un lujo" que el Tenerife no se puede permitir. Pero fue tan mala la primera mitad como buena y esperanzadora la segunda, en la que el equipo de Etxeberria se adueñó por completo del juego, generó ocasiones y dio sensaciones muy diferentes, en especial cuando entró en escena el fichaje estrella de la temporada, el atacante Jose Naranjo. El próximo domingo, en Almería, el conjunto blanquiazul tiene otra oportunidad de mejorar su puesta en escena en esta Liga y, sobre todo, de ir superando su deficiente conducta fuera del Heliodoro, que se prolonga desde la pasada campaña. De sus últimas 21 salidas ha empezado perdiendo en 17.

La presente semana -con actos institucionales por medio-, será "muy corta" para el plantel blanquiazul , que solo estará en la Isla hasta el viernes, hará dos entrenamientos, hoy y mañana, y volverá a viajar para ese segundo choque liguero, el domingo (21:00) ante un rival al que ganó en pretemporada. El viernes se prepararán en Málaga y el sábado, en Almería. En ese partido, en el estadio de los Juegos del Mediterráneo, el Tenerife se reencontrará con el colegiado Díaz de Mera, recordado por su desafortunada actuación en el choque ante el Huesca en el Rodríguez López la pasada campaña, cuando decidió irse a los vestuarios durante unos minutos. Como consecuencia de la redacción del acta de aquel encuentro, el Tenerife fue sancionado con el cierre parcial de la grada de San Sebastián.