El Barcelona, con aires renovados, y el Sevilla, que atraviesa un apretadísimo calendario de partidos oficiales, disputan hoy el primer título de la temporada española, la Supercopa, que por primera vez se jugará a partido único y en el extranjero, en el Estadio Ibn Battuta de Tánger (Marruecos). El encuentro, en el que el Barcelona podría adjudicarse la decimotercera Supercopa de su historia, será también el primer partido oficial del fútbol español en el que se utilizará el VAR.

El torneo, lleno de novedades, le llega al conjunto culé con los internacionales recién incorporados. Valverde ha tenido que echar mano de los no habituales y de muchos jugadores del filial, entre los que destacaron el defensa Miranda y el medio Riqui Puig.

Con la baja del centrocampista Sergi Roberto -uno de los destacados de la pretemporada- por sanción, Valverde confeccionará un once en el que mezclará a algunos internacionales poco rodados con los hombres que más minutos acumularon en la pretemporada. En la portería, Cillessen tiene opciones de ocupar el lugar del titular Ter Stegen y, en la zaga, el francés Lenglet, uno de los nuevos fichajes, podría formar en el eje con Piqué. En el centro del campo, otro de los nuevos, Arthur Melo, probablemente acompañe a Busquets y Rafinha y en punta de ataque otra de las novedades de la plantilla azulgrana, Malcom se perfila como titular junto a Leo Messi y Luis Suárez o Munir.

El Sevilla llega a la novedosa cita de Tánger en medio de un agotador programa, pues será el cuarto partido de este nuevo ejercicio al tener que disputar las previas en busca de la fase de grupos de la Liga Europa. Ahora se encuentra con el potente Barcelona, rival que le barrió en la final de la Copa del Rey (5-0), lo que aún escuece en todos los estamentos del club, sobre todo en la afición, muy dolida por la "incomparecencia" de su equipo en ese encuentro. El nuevo técnico del Sevilla, Pablo Machín, en pleno proceso de inculcar su idea y estilo de juego y aún con la plantilla en fase de transformación, ha reconocido que llegan al partido poco rodados. Por eso, reservó el jueves a Jesús Navas, Mercado, Franco Vázquez, Escudero, Sarabia, Kjaer, Muriel y Roque Mesa, por lo que muchos de ellos serán titulares el domingo. Sí podría repetir Aleix Vidal, que se reencontraría con sus excompañeros.

El entrenador del Sevilla, Pablo Machín, declaró que afronta la Supercopa con "mucha tranquilidad y con ganas de competir". Y esa última es, a su juicio, " "la palabra clave en un partido así": competir. "Significa que debes trabajar para que las circunstancias te favorezcan" porque el Sevilla se enfrenta a un "Barcelona que es especialista en ganar finales", ya que "es un superequipo con algunos de los mejores jugadores del mundo".

El preparador soriano comentó, no obstante, que los sevillistas piensan "exprimir las posibilidades que haya, puesto que el fútbol es uno de los pocos deportes en los que el equipo que es inferior puede aspirar a ganar", si bien no esconde que teme "la calidad a raudales que tiene el Barcelona". También se refirió a la normativa de los extracomunitarios. "Que se anuncie un día antes de la final es cuanto menos curioso", dijo añadiendo resignado que "en los despachos se tramitan estas cosas, no en el campo".

Extracomunitarios

La RFEF recordó ayer que en la Supercopa no habrá restricciones para la participación de extracomunitarios al considerarse " competiciones futbolísticas oficiales no calificadas como profesionales".

Cuarto cambio

Sevilla y Barcelona podrán hacer un cuarto cambio en caso de prórroga "de conformidad con las Reglas de Juego promulgadas por la International Board ".

Piqué y la selección

"Hablé hace poco con Luis Enrique, le dije que la decisión estaba tomada y muy meditada. Fue una etapa muy bonita, ahora me quiero centrar en el Barça", dijo Piqué confirmando su adiós a la selección nacional.

Ernesto Valverde, entrenador del FC Barcelona, explicó ayer que "jugar la Supercopa a un partido lo hace todo más abierto", dejando claro que respeta mucho al Sevilla. "Son 90 minutos, o más, y te la juegas. Ahí las fuerzas se igualan", agregó antes de recordar que el rival "tiene la ventaja de que está compitiendo hace tres semanas y sus jugadores tendrán el toque de la competición", mientras que el Barcelona viene "de una gira con algunos jugadores que han estado allí, otros que han llegado nuevos, otros que se han incorporado". Para Valverde, aún es necesario "amoldarse", lo que no resta un ápice de "ilusión por ganar nuestro primer título". Luego respondió a cuestiones relacionadas con el futuro y pidió "paciencia" con Riqui Puig. A Arturo Vidal lo ve "para competir", pero no sabe si está para 90 minutos. "Le hace falta integrarse en el juego del equipo, pero está acostumbrado a jugar partidos fuertes", dijo. Sobre la salida de Dembélé, aseguró que no piensa en más salidas.