El Sevilla calificó este lunes como "una falta de respeto" hacia su club y su afición la "arbitraria" e "injustificada" decisión de la Real Federación Española de Fútbol de que la Supercopa de España frente al Barcelona se juegue a partido único, el 12 de agosto, a pesar de lo cual anunció que jugará.

El Sevilla expresó su "absoluta disconformidad" con lo determinado por unanimidad por la junta directiva de la RFEF, al no tener en cuenta "el normal formato de la competición hasta la fecha, esto es, a doble partido", y haber tomado "una decisión específica" y "puntual" para este año "con la intención exclusiva de solucionar los problemas al FC Barcelona", en alusión a su amistoso del 4 de agosto.

En un comunicado, el club andaluz aseveró esta noche que la decisión es "perjudicial" para sus intereses y también para sus aficionados, tras conocer esta tarde vía correo electrónico que la RFEF ha decidido que la Supercopa sea a un solo partido, el día 12, y en un estadio neutral que podría ser el de Tánger, "algo aún por confirmar",

"Resulta evidente que la RFEF ha tomado para la presente edición una decisión específica con la intención exclusiva de solucionar los problemas al FC Barcelona, desoyendo las peticiones del Sevilla FC", recalcó la entidad sevillista.

Recuerda, además, que desde que tomó posesión la nueva junta directiva de la RFEF el Sevilla "ha insistido en hacer valer las fechas de 5 y 12 de agosto, establecidas en el calendario aprobado por La Liga de Fútbol Profesional, como las idóneas para la disputa de la final", y que en la reunión del pasado jueves reiteró su "deseo de que se respetara el formato habitual de la competición y el calendario prefijado".

Sin embargo, precisa en su escrito, la Federación ha adoptado "una decisión perjudicial para los intereses de nuestro club y arbitraria, incluso sin tener aún una sede definitiva para la disputa de la final, lo que este club considera una falta de respeto hacia nuestra institución y nuestros aficionados", aseguró el Sevilla.

Añadió que, como las dos veces anteriores en las que la jugó, incluyó la ida de la Supercopa en el abono de esta temporada teniendo en cuenta que "se celebra siempre en formato de doble partido y el hecho de que había ya un calendario aprobado", y censuró que ahora ve "cómo desde la RFEF se le priva a a los abonados sevillistas de ver una final en su propio estadio".

A pesar de considerar "injustificada" la decisión de que se juegue a un solo partido, el Sevilla afirmó que "no piensa renunciar a jugar una final, pues se ha ganado el derecho a disputarla obteniendo su plaza en los terrenos de juego", al ser subcampeón en la Copa ganada por el Barcelona, que a su vez fue campeón de LaLiga.

Ante la medida adoptada por la Federación, el club hispalense indicó de que "estudiará la fórmula más idónea para compensar a sus abonados por la imposibilidad de poder celebrarse el partido de ida de la Supercopa" en el Ramón Sánchez Pizjuán, "tal y como estaba previsto".