Tarragona vio brillar a Atenery Hernández en la final de 53 kilos de halterofilia. Los 80 kilos que levantó en arrancada le valieron para hacerse con la medalla de plata y resarcirse del revés sufrido en el pretérito Europeo. Mientras, en la cargada de 101 kilos en dos tiempos, no tuvo la fortuna suficiente como para atrapar presea.

El cansancio se notaba en el rostro de la lagunera, pero su físico, cada vez más portentoso, la llevó a la plata en los Juegos Mediterráneos que tienen lugar en Tarragona. "Iba pensando en que era como un entrenamiento más, pero cambiando el lugar. No estaba al cien por cien, pero venía con ganas de vivir la experiencia de mi debut en estos Juegos", aseveró Hernández a EL DÍA.

El margen de mejora es latente en la lagunera, debido a que, desde sus inicios, ha sido consciente de sus aspectos a mejorar. En la participación de ayer apuntó hacia el irse "hacia las puntas" como un fallo técnico que seguirá "arreglando", reconoció.

"Estoy muy contenta porque competí con las (halteras) del Europeo y me quité la espina del haber perdido contra ellas. Esta medalla me sabe a gloria y me da fuerza para seguir", relató una Atenery notablemente satisfecha.

La cita en el pabellón Constantí le sirve a la tinerfeña como preludio de cara al Mundial absoluto que se celebrará el próximo mes de noviembre en Asjabad (Turkmenistán). Atenery Hernández piensa, primero en "descansar", y luego "volver a sumar", concluyó.