Saúl Ñíguez añora la figura de Julen Lopetegui al mando de la selección española. "Todos queríamos que estuviese aquí". Entiende que la opción de Fernando Hierro era la más adecuada, a la vez que deja un mensaje de reconocimiento al seleccionador que impulsó a España al Mundial 2018.

¿Listo para debutar?

¿Debuto?, ¿seguro? A ver si tengo la suerte que contra Marruecos puedo debutar en un Mundial, que para mí es un sueño de pequeñito y quiero cumplirlo ya.

¿Qué aprende en la selección y de quién lo hace más?

Llevo dos años con este grupo y tengo la fortuna de compartir vestuario con una generación de campeones, de personas históricas para España. Aprendes de todo. Cuando ellos ya no estén, intentaremos transmitir los valores que nos han transmitido ellos.

¿Cuáles son esos valores?

La experiencia de saber jugar un Mundial. Creo que es muy importante no perder la calma, tener la tranquilidad que ellos tienen. La mayoría juegan finales como si fuesen partidos amistosos. Creo que saber llevar esa presión es muy importante, transmitirle a los jóvenes lo que ellos nos transmiten cuando, si Dios quiere, estemos nosotros el día de mañana.

¿Os dejó mejor sensación un empate ante Portugal que la victoria frente a Irán?

A mí me dejó mejores sensaciones ganar a Irán que empatar en el 89 contra Portugal. Teníamos el partido casi ganado y que Cristiano te haga esa genialidad te jode mucho. Contra Irán era el partido que esperábamos, tal cual. Es un equipo muy rocoso en el que trabajan todos. Lo que me sorprendió es que se metiesen tan atrás. Sabía que no iban a presionarnos, pero tan atrás... Era complicado. Nuestros veteranos saben llevar este tipo de partidos. A lo mejor, si hubiéramos jugado gente mucho más joven hubiéramos ido más al ataque, hubiéramos tenido alguna locura más y nos podían haber empatado el partido. Ellos supieron manejarlo y dejarlo en 1-0.

¿Qué opina del VAR?

Al final metes un gol y no sabes si celebrarlo o si te lo van a anular. Hay jugadas que a lo mejor levanta el linier y tienes que seguir. Son cosas raras, pero si es lo más justo, tendremos que acostumbrarnos. En la Liga no está y no lo trabajamos, es nuestra primera toma de contacto y cuesta.

¿Lo peor es que deja dudas?

Eso es. Al final lo que tienes que hacer es seguir y llevamos tiempo trabajándolo en los entrenamientos cuando hay fueras de juego o faltas, pero estas acostumbrado a parar como se vio en la jugada de Mascherano levantando la mano. Julen y Fernando han hecho mucho hincapié en ello.

Ya que los nombra, ¿cómo han hecho para que no afecte en el terreno de juego todo lo ocurrido con el adiós de Lopetegui?

Afectar, afecta. A dos días del Mundial te cambian el seleccionador y afecta. Hay que romper una lanza a favor de Julen. Todos queríamos que estuviese aquí con nosotros, porque lo llevaba dos años trabajando y es una pena que a dos días pasase lo que pasó. Nosotros ahí no tenemos que meternos y lo bueno es que somos una familia. Entonces, al final, hemos intentado hacernos fuertes entre nosotros. La Federación pone a Fernando Hierro que es una persona que nos conoce y es una decisión acertada no traer a nadie de fuera. Él veía todos los entrenamientos y estaba con nosotros, es una persona muy cercana y al final también sabe cómo llevar al grupo, lo está gestionando bien y no ha hecho cambios drásticos. Está intentando cambiar lo menos posible para la comodidad de todos y creo que eso es bueno.

¿Hablan el mismo lenguaje Julen y Fernando?

No cambia nada en ese aspecto, no son los primeros que apuestan por un estilo que llevamos trabajando desde las categorías inferiores, en mi caso desde la sub''15 y siempre es el mismo. Esto viene ya de mucho más atrás.

¿En su cabeza no choca pasar de jugar con el estilo del Atlético a hacerlo con el de España?

Es un cambio fuerte y, a lo mejor, te cuesta los primeros días, pero ya llevamos un mes. Es verdad que es diferente, que hay que cambiar el chip. Tengo la suerte de que llevo mucho tiempo en las categorías inferiores trabajando igual y es un estilo al que te puedes adaptar rápidamente porque siempre quieres la pelota, tocar y mover. Si te tienes que adaptar al otro es más complicado, pero adaptarte a jugar con la pelotita es más sencillo.

¿Disfruta igual con los dos?

Sinceramente, sí. Aquí disfrutas del balón, pero cuando ves en el Atlético correr a Diego Costa, cómo salen luego Gabi o Koke, o cómo se consigue recuperar el balón, me entra algo en el cuerpo que no sé describir. Eso es algo que me deja muy orgulloso de estar en mi club.