El delantero de la selección española Diego Costa y el defensa de la de Portugal Pepe, ambos nacidos en Brasil, destacan entre los nacionalizados que disputarán el Mundial.

Costa nació en Lagarto hace 29 años y llegó a jugar dos amistosos con la sub''21 de Brasil en 2013, pero, al no haberlo hecho con la absoluta, un año después recibió la nacionalidad y disputó el Mundial en su país de nacimiento con la selección española. Kepler Laverán Lima Ferriera, Pepe, que ahora milita en el Besiktas, vino al mundo hace 35 años en la localidad brasileña de Maceió y debutó en 2007 con la selección lusa.

En Rusia jugará su tercer Mundial con Portugal, con la que disputó tres Eurocopas y se proclamó campeón en la de Francia 2016.

Lo normal es que Costa y Pepe se vean las caras el viernes, en Sochi, en el primer partido que disputarán en el Mundial España y Portugal, integrantes del Grupo B.

Por la izquierda portuguesa podría jugar Raphaël Guerreiro, del Dortmund, hijo de gala y de luso nacido en Francia, que recibió ofertas para jugar en ambas selecciones y eligió la de su padre. Y acertó: tras pasar por la sub''21, hace dos años ganó la Eurocopa con Portugal, que derrotó en la final... ¡a Francia! Con los "bleus" jugó esa final Umtiti, que nació hace 24 años en Yaundé, la capital de Camerún; y con dos se trasladó a Lyon, donde empezó a forjarse como futbolista en la cantera del Olympique.

Otro caso singular es el de Pione Sisto, jugador del Celta, que nació circunstancialmente en Kampala, la capital de Uganda, adonde habían llegado, huyendo de la guerra de Sudán del Sur, sus padres, de esa nacionalidad. Toda la familia emigró a Dinamarca, país al que llegó con dos meses y al que defenderá, con 23 años, en Rusia.

En la selección anfitriona resalta el nombre de Mario Figueira Fernandes, nacido en Sao Caetano do Sul (Sao Paulo) el 19 de septiembre y que recaló en el CSKA procedente del Gremio en 2012.

Vladimir Putin, presidente ruso, concedió la ciudadanía al defensor brasileño, que debutó con la selección europea en un amistoso ante Costa de Marfil en 2017.

En Marruecos, otro rival de España en el Grupo B, juegan dos "españoles": el madrileño Achraf Hakimi, de 19 años, lateral derecho del Real Madrid; y el portero Munir El Kajoui, nacido en Melilla y que milita en el Numancia. Con el equipo magrebí también disputarán el Mundial Nordin Amrabat, del Leganés - estuvo a punto de formar parte del equipo olímpico holandés en Pekín 2008-, y su hermano menor Sofian (Feyenoord), nacido también en Holanda.

Y Mehdi Carcela-González (ex Granada), hijo de español y de marroquí, nació en Lieja, juega en el Standard y defiende al país de su madre, después de haber sido internacional con Bélgica.

El de Saman Ghoddos es un caso parecido al de Costa. Delantero, llegó a jugar con la absoluta de Suecia dos amistosos, contra Costa de Marfil y Eslovaquia, antes de ser contactado por Irán, otro rival de España en la fase de grupos, con cuyo equipo jugará el Mundial.

El extremo Keita Baldé nació en Arbucias (Gerona) hace 23 años. Llegó a jugar un amistoso con la selección catalana en 2015 antes de que Senegal, el país de sus padres, lo reclamara para la Copa África después de que fracasaran sus intentos de conseguir la nacionalidad española. El seleccionador, Aliou Cissé, ha vuelto a contar con él para jugar este Mundial.

En las 32 selecciones que lucharán por la gloria en Rusia hay muchos más casos de nacionalizados, pero entre ellos también destaca el de Raheem Sterling. Nacido en Kingston, la capital de Jamaica, Sterling emigró al Reino Unido junto a su madre cuando tenía cinco años y ahora es una de las estrellas de la selección de Inglaterra