El español Rafael Nadal, número uno del mundo, tumbó ayer al argentino Juan Martín del Potro, sexto, y peleará por ganar su undécimo Roland Garros en la final de mañana -14:00 horas- ante el austríaco Dominic Thiem, quien derrotó antes al italiano Marco Cecchinato.

Nadal, en su mejor exhibición en esta edición del torneo, doblegó al vencedor del Open de Estados Unidos en 2009 por 6-4, 6-1 y 6-2 en dos horas y 14 en minutos.

El número uno del mundo continúa forjando su leyenda. Le queda un paso para levantar su undécima "Copa de los Mosqueteros" e igualar el récord de la australiana Margaret Court, quien también se alzó con once Grand Slam, en este caso en el verde de Wimbledon.

Además, el rey de la tierra batida firmará su vigesimacuarta final, apenas seis por detrás de Roger Federer (30).

"Hoy es un día para estar felices. Son 11 veces de estar en una final como Roland Garros. Parece que es lo lógico, pero no lo es, no quiero que así lo sea", manifestó el tenista balear.

El de Manacor destacó que "valora mucho" lo conseguido, aún más en una "parte avanzada" de su carrera -cumplió 32 años el pasado domingo- una vez superados "muchos inconvenientes" físicos.

"Hace tres meses estaba en una situación diferente. Sé lo que me cuestan las cosas y sé los momentos complicados que van pasando en mi carrera", aseveró Rafael, quien citó la lesión en el torneo de Acapulco el pasado febrero, un día antes de volver a las canchas, o la retirada en el Open de Australia de 2018 en los cuartos de final.

Por su parte, Thiem señaló que el español "es el gran favorito contra todo el mundo. Pero yo sé como jugar contra él. Tengo un plan. Intentaré todo para que este funcione aquí también y no solo en Madrid o Roma -torneos en los que venció al número uno mundial-", declaró el austriaco.