El Tenerife empezó ayer a preparar el último partido de Liga con diecinueve jugadores; entre ellos, tres porteros: Dani Hernández y Carlos Abad, más el canterano Ángel Galván. También se ejercitó con el grupo Víctor Casadesús, que se perderá el encuentro con el Albacete por la acumulación de cinco tarjetas amarillas. Al igual que el delantero mallorquín, están descartados los lesionados Longo (sigue en Italia tras ser operado del hombro izquierdo), Aitor Sanz y Tyronne. El madrileño dejó de jugar el 9 de marzo por una tendinitis aquílea de la que no se ha recuperado. Por su parte, el grancanario se despidió del curso en El Sadar. Un quiste en la rodilla izquierda le ha impedido estar disponible.

La lista de bajas podría crecer con dos futbolistas más, Vitolo y Samuel Camille, quienes volverían a causar baja, como en la jornada anterior, la de la visita al Cádiz, por tener molestias musculares. Tanto el tinerfeño como el francés pisaron ayer el césped solo para asistir a la charla inicial de Joseba Etxeberria. Luego trabajaron en el gimnasio y recibieron tratamiento de fisioterapia, junto a Aitor Sanz y Tyronne.

En definitiva, el técnico se encontrará con el inconveniente de tener solo diecisiete profesionales para formar la última convocatoria.