Leandro Cabrera "Mazinho" tiene ante sí un reto mayúsculo, pero solo le queda un paso para completarlo. Una victoria ante el Inter de Madrid el próximo domingo en el Heliodoro Rodríguez López supondría el ascenso a la categoría de bronce del fútbol español del CD Tenerife B. No era una obligación a principio de temporada, pero "ganas e ilusión" no faltan para afrontar un día que podría ser histórico.

¿Cómo está yendo la semana?

Como la semana anterior, estamos con muchas ganas e ilusión, pero con el añadido del partido de ida. Hemos traído un buen resultado, aunque lo consideramos peligroso porque el empate les vale a ellos para ascender. Aún así, creemos en nuestras posibilidades.

¿Salió satisfecho del encuentro de ida?

El trabajo que habíamos realizado se vio reflejado en el partido. Teníamos las cosas claras, aunque quizás sí que faltó tranquilidad con el balón. Sabíamos que habría inconvenientes porque ellos, por ejemplo, son muy fuertes a balón parado y juegan muy directos. Esto último nos obligó a estar muy atentos a las segundas jugadas, algo en lo que también son muy fuertes.

Los ataques se le hicieron muy largos al Tenerife B.

Cuando analizas a los equipos, tienes una idea de cómo jugarles. Pero en los partidos ves cosas distintas. Se hizo difícil tener continuidad con tanto balón dividido. Eso provoca que no haya una referencia para la presión alta, ya que el Inter pone el balón en el campo contrario y busca esa segunda jugada. Teníamos que contrarrestar todo eso y darle matices a nuestro modelo de juego, siempre sin renunciar a nuestra idea de fútbol.

¿Será ahora distinto el plan para la vuelta?

Va a ser distinto porque somos los que jugamos en casa. El objetivo era traer la eliminatoria viva y lo hemos logrado. Ahora tenemos que sacar nuestras armas como local, tener más tranquilidad y protagonismo con balón y estar muy seguros. Como hemos estado durante toda la temporada.

¿Le da importancia a no encajar un gol?

Y a hacer un gol más que el contrario, sobre todo eso, porque es lo que nos dará el ascenso. Tenemos que ir a por el partido porque lo que nos vale es la victoria, pero no volvernos locos y darle espacios al contrario. Debemos protegernos de sus transiciones. Con el balón debemos hacer buenas vigilancias sobre sus futbolistas adelantados.

¿Hará cambios en el once inicial con respecto al del encuentro de ida en Boadilla?

No lo sé aún porque todavía nos faltan cuatro entrenamientos y cada partido es un mundo. Tenemos algún futbolista con molestias como Brian Torres, aunque ha mejorado y esperamos que esté disponible para el domingo.

¿Supone un trastorno el cambio del partido al Heliodoro Rodríguez López?

Se ha hecho una reunión en el club y se ha valorado mucho. Al final, se ha llegado a la conclusión de que era lo mejor por cuestiones de aforo y logística. Entendemos que habrá muchos aficionados que quieran ir y en el Heliodoro tendrán mayores facilidades. Por lo que conlleva el partido, y por el resultado de la ida, que si ganamos estamos en Segunda B, es normal que haya expectación. Los futbolistas también tienen que jugar en escenarios de estos si quieren ser profesionales.

¿Es una ventaja jugar en un campo de estas dimensiones y en césped natural contra un equipo que tiene un terreno de juego más pequeño y de hierba sintética?

Conociendo a los dos equipos sí, pero esto es fútbol. Vamos a intentar entrenar en el estadio y adaptarnos lo antes posible. Las dimensiones nos vienen bien, pero hay que ver lo que pasa. El aspecto psicológico, más en jugadores jóvenes, también es algo a cuidar.

Espera entonces un Inter más reservón que el pasado domingo en el Heliodoro.

Nos lo esperamos más protegido, pero también tendrán que elegir su partido. No creo que vayan a esperar para tener una ocasión los 90 minutos. Además, se trata de un equipo compacto y cuenta con gente experimentada, que sabe manejar situaciones. Ellos saben que si nos adelantamos tenemos mucho ganado. La intención es ser ambiciosos para ganar el partido, pero afrontarlo desde la tranquilidad.

¿Considera entonces que marcar primero es clave?

Los pequeños detalles en estas eliminatorias marcan mucho. Cualquier error, en las marcas o en no disputar un balón dividido, te puede costar el ascenso. Ellos han sabido manejar momentos importantes de juego, tanto yendo por delante como por detrás en el marcador. Creo que puede ser clave, sí. Desde luego.

¿Está trabajando el aspecto psicológico para manejar la presión o por si surge algún contratiempo?

Es difícil ponerte en el plano del partido, pero se hacen tareas para ello. Cuando un equipo va perdiendo 1-0, hay que saber bien qué hacer en los diez minutos finales o tener claro el momento de la presión o de hacer bloque para que no nos marquen cuando vas por delante. Creo que es algo que hemos ido madurando durante la temporada y nos ha hecho más fuertes.

¿Qué supondría el ascenso a Segunda B para el Tenerife B?

Sería muy bueno para todos, tanto para el club como para los futbolistas. Incluso para el cuerpo técnico y el fútbol canario. Sería acortar la distancia con el primer equipo y, cuanto más pegados al fútbol profesional, más fácil sería el salto.

¿Se había imaginado en agosto llegar hasta aquí?

Es complicado, pero sí sabía que habría exigencia y trabajo, que creceríamos. Y luego te encuentras un buen grupo. A partir de ahí, sabía que estaríamos ahí arriba. Hemos sido campeones porque puede que haya mejores plantillas, pero hemos sido el mejor equipo. Lo hemos demostrado. Nos lo hemos tomado con mucha exigencia y mucho trabajo y hemos estado a la altura de la situación. Aquí quisiera destacar a mis colaboradores, que han hecho un gran trabajo preparando cada partido, analizando al rival...

En caso de no ascender el domingo, siempre quedará una segunda bala.

Lo estamos poniendo todo de nuestra parte para ascender el domingo. Si nos encontramos eliminados, nos pondríamos manos a la obra el lunes para aprovechar esa segunda oportunidad. Pero ahora no pensamos en ella.