No pudo ser. El Iberostar Tenerife dejó escapar, en la capital de España, una oportunidad de oro para estar en los playoff a final de temporada. Sin embargo, los aurinegros no pudieron vencer a un efectivo y correoso Movistar Estudiantes (97-92). El mal arranque de partido terminó condicionando a los insulares, que nunca estuvieron cerca lograr el triunfo.

Los de Fotis Katsikaris comenzaron erráticos. Brizuela (5), Suton (6) y Brown (8) sometieron en los primeros diez minutos a un conjunto visitante que solo marchó por delante después de sus dos primeras canastas (3-5). Permisivo en el perímetro, pero también en el poste bajo, los canarios respiraron a merced de lo dictado por el conjunto del Ramiro.

Aunque bien es verdad que de color más oscuro se le pudo poner el domingo a los pupilos de Fotis Katsikaris. Y es que además de vivir en la brecha de los diez puntos la mayoría del segundo cuarto, un parcial de 9 a 0 colocó en quince puntos la renta estudiantil frente a un bloque al que suministraron de oxígeno Akognon y Ponitka. De la mano del primero y desde más allá de la línea de 6,75 se puso a ocho el Iberostar Tenerife. Mientras que a través del segundo, con una acción de dos más uno a falta de quince segundos para el descanso, revivió de forma casi definitiva (53-48).

Ponitka y San Miguel pusieron a tiro de posesión a un CB Canarias (55-53) que, además de empatar, pudo volver a comandar (64-63). Pero entonces se cargó de faltas personales Abromaitis. Con cuatro en el primer tramo del tercer cuarto, el ala-pívot se vio obligado a sentarse. Y casualidad o no, los madrileños reabrieron la herida. Emergió Caner-Medley, con diez puntos en el tercer parcial, e incluso un gris Landesberg para devolver la renta a las siete unidades (74-67) a falta de un último cuarto por jugarse.

Pero como quien solo intenta salvarse cuando ya está al borde la asfixia, Iberostar volvió a estrechar el cerco para ponerse a uno de la mano de Ponitka, que terminó con 18 puntos y 28 de valoración; Tobey, con 17 y 23 respectivamente, Beirán y Akognon. Fue entonces cuando, acabadas las balas de Brizuela o Vicedo, los estudiantiles se agarraron a Hakanson y un finalmente brillante Landesberg, con cinco y diez puntos respectivamente en los últimos diez minutos, para cavar la tumba definitiva del equipo de Fotsikaris.

Un CB Canarias que con una técnica, y estando a seis, hincó la rodilla. Sin tiempo para más reacción que la de ponerse a cinco, Iberostar Tenerife pagó en Madrid el vivir a remolque de forma constante.