El Iberostar Tenerife no solo consiguió ayer en el Gran Canaria Arena un triunfo especial en el duelo de rivalidad regional, un resultado que lo sitúa en los puestos que conducen a las eliminatorias por el título, a falta de cuatro jornadas para el final de la fase regular, sino que equilibró los antecedentes en los enfrentamientos entre los dos equipos canarios en la ACB.

La historia de los derbis en esta categoría nace en la temporada 1989/90, campaña en la que se enfrentaron cuatro veces, ya que la competición constó de dos fases y en ambas coincidieron el CajaCanarias y el Gran Canaria. Cada equipo logró imponerse siempre como local en un curso que acabó con el descenso del club con sede en Las Palmas. Por su parte, los laguneros permanecieron un año más en la máxima categoría, compitiendo en el Ríos Tejera, pero perdieron ese privilegio al final de la 90/91 y no lo recuperaron hasta la 2012/13. Fue ahí cuando se retomaron los derbis.

El regreso del Canarias a la ACB no le brindó alegrías en los choques con sus vecinos, pues el equipo dirigido en ese momento por Alejandro Martínez cayó en los dos partidos, no por mucha diferencia. En el ejercicio posterior llegó la revancha en el Santiago Martín con un 72-68 que rompió el dominio grancanario en esta etapa. A partir de la campaña 13/14 fue habitual que los tinerfeños se impusieran siendo anfitriones, ya que vencieron en la 14/15 y la 15/16.

El Iberostar conquistó por primera vez el Gran Canaria Arena en la temporada 2016/17, con Txus Vidorreta en el banquillo aurinegro y en la primera jornada de la competición. Fue un 81-92 con el que el equipo abrió una Liga histórica, con el quinto puesto en la clasificación y el éxito en la Basketball Champions League.

Ya en el presente curso, el Iberostar logró un doblete inédito en la Liga Endesa, pues superó en la cita de la primera vuelta al "Granca" por un contundente 92-71 (su victoria más amplia en un derbi) y ayer repitió, celebrando su segunda victoria consecutiva en el Gran Canaria Arena (68-76). Los dos triunfos llevaron el sello del técnico griego Katsikaris.