El pasado fin de semana concluyó la competición regular en el Grupo B de la Liga Femenina-2. El Vega Lagunera Adareva disputó el que puede ser su último encuentro del año en la categoría. Como último clasificado le toca descender, a no ser que su filial de Primera Autonómica -reforzado por las jugadoras del equipo nodriza, a excepción de Sendy Basáez, con pasaporte extranjero- logre el ascenso. Para ello deberá superar una primera fase autonómica -a disputar en Finca España en menos de dos semanas- y una segunda fase nacional -en tierras andaluzas-. María Sosa, entrenadora del primer equipo, se agarra a dicha opción de cara a salvar una temporada que ha sido aciaga.

¿Cómo está de ánimo?

Muy triste. Ha sido un palo no poder conseguir la permanencia, que los resultados no hayan sido los esperados y que el equipo, por ahora, pierda la categoría.

¿Qué diagnóstico hace de lo acaecido en el curso?

Apostamos por un proyecto de gente joven y de jugadoras de aquí. Eso lo hemos hecho, pero evidentemente la Liga ha subido de nivel. Los equipos han hecho un esfuerzo económico por subir su nivel deportivo. Nosotros hemos tenido muchos problemas que nos han acompañado durante toda la temporada. En los partidos importantes no hemos estado a la altura. Siempre hemos competido contra los que estaban más arriba, pero a la hora de la verdad, cuando teníamos que ganar, no lo hemos hecho.

¿Duele más por ser uno solo del Grupo B el que desciende, dado el descenso del Campus Promete que arrastra a su filial?

Duele igual quedar penúltimo o último. Aunque solo descienda uno, la sensación de quedar penúltimo y no saber, hasta la Asamblea de la Federación, si estás o no estás nos hubiera dejado un verano igualmente movido. La idea del club, desde que se vio que no podíamos hacer mucho más, fue por apostar por el plan B. Todos estamos aferrados a ello.

¿Perder a Nanna Pool a unas jornadas para el final de la Liga fue definitivo para el devenir?

Hemos tenido un montón de golpes en la plantilla, tanto deportivos como personales. Lo de Nanna fue la puntilla. Era una jugadora muy importante para nosotros. Le salió la oportunidad de ese examen -FBI-, que nosotros no lo tuvimos en cuenta cuando preparamos la temporada.

¿Algunas fichajes como Ainara Ramasco, que también terminó saliendo, aportaron lo esperado?

Cuando tienes una plantilla de tan pocas profesionales, siempre quieres que estén en buenos números. La verdad es que Ainara no los hizo y cuando vio la posibilidad de volver a casa -Ibaizabal-, de mutuo acuerdo se decidió que era lo mejor. En el inicio de temporada contábamos con una jugadora como Alba Peña. La idea era que se fuera incorporando a la plantilla, cuando su situación personal se lo permitiera. Nunca pudimos contar con ella.

¿Pensó en algún momento en arrojar la toalla?

No, nunca. En dar un paso a un lado para beneficiar al club, sí. En un momento de la temporada tuve un problema de salud bastante grave. Ahí creí que lo más honesto era poner mi cargo a disposición del club por si querían tomar otro tipo de decisión. Ellos nunca creyeron que la opción de dimitir fuera la adecuada. Siempre fueron a muerte con la idea del cuerpo técnico.

Las opciones de mantener la categoría pasan por el filial.

Sí. La mayoría de jugadoras que están en el equipo filial y en el júnior formaron parte del equipo de la Liga Femenina-2. Quitando las americanas, prácticamente la plantilla es la misma. El filial ha sido campeón de la Liga regular, invicto, y todo hace pensar que pueden lograr el ascenso.

¿Y si no lo logra?

Si sucediera, se debería ver la fortaleza del club. La idea es recuperar la categoría esta misma temporada con el equipo de Primera Autonómica. Si no fuera así, con el júnior clasificado para el Campeonato de España y con la apuesta de cantera que hay, el club seguiría apostando por volver, aunque fuera el próximo año.

¿Y con María Sosa como entrenadora de ese equipo?

Eso ya no lo sé. No es momento de tomar decisiones, sino de ver en qué podemos contribuir para que el club vuelva a la Liga Femenina-2.

¿Quiere seguir?

Quiero ser útil en lo que me toque. Lo que quiero cuando termine la temporada es que el club siga en la categoría en la que empezamos. Para todos ha sido un doloroso fracaso y queremos enmendar la temporada consiguiendo el ascenso con el equipo de Primera, apoyando a Sergio Melián, que encabeza el proyecto.

El Islas Canarias de Finca España va a acoger esa fase autonómica. ¿Cómo está el pabellón con respecto a las mejoras aprobadas por el Ayuntamiento de La Laguna en 2017? Entiendo que la que más se necesita es el parqué.

Sí, el parqué sigue sin llegar. Las luces LED ya las han colocado. Han cambiado todo el tema de sonido. Faltaría el marcador, que imagino que vendrá cuando cambien el suelo, que es la prioridad y lo que más nos hace falta por el tema de lesiones y las condiciones, con bolsas y demás, que tiene. Esperemos que este año, cuando acabe la temporada, el ayuntamiento termine las mejoras y tengamos un pabellón en condiciones.