Era la ocasión clara para dar un golpe en la mesa. Perdió Andorra y perdió Gran Canaria y, si el Iberostar Tenerife hubiera ganado, habría dado un paso de gigantes en busca de alcanzar el "playoff" por el título de Liga. Pero no fue así. Los aficionados que asistieron ayer al Santiago Martín se fueron con la misma sensación de tristeza e impotencia que los del Barcelona de fútbol cuando sintieron un día antes cómo el Roma se llevaba la eliminatoria de Champions.

Y es que perder así duele más aún cuando terminas una primera mitad dominando el partido y alcanzando una diferencia de 21 puntos (56-35) y anotando casi sesenta puntos. Sales a la pista en el tercer cuarto y poco a poco ves cómo el rival te va comiendo terreno y no tienes la fórmula de poder darle un giro al encuentro.

Se dice que el deporte es así y habrá que asumirlo, pero lo que no puede haber es una desconexión total del equipo en los dos últimos cuartos y permitir que el adversario pueda llevarse la victoria. Pues poco tiempo tendrán para recuperarse porque el domingo visitan al Baskonia y será de nuevo una final para los de Fotis Katsikaris.

Tras unas pequeñas dudas iniciales de las que el Delteco GBC sacó provecho con un parcial (5-10), empezó el festival aurinegro liderado por un excelente Josh Akognon, que anotó seis triples de diez intentos, y con Tim Abromaitis como buen escudero.

Ya en el minuto 5 el Iberostar Tenerife se hizo con el mando del partido, jugando con intensidad en defensa y con frescura en ataque. Parcial de 13-3 para los laguneros y 18-13 en el marcador. Ni con cambios ni con tiempos muertos Porfidio Fisac, entrenador del Delteco, pudo detener el juego de ataque de los locales, que ya en el segundo cuarto empezó a tomar diferencias importantes en el electrónico (46-31, min.18).

Se llegó al descanso con 56-35, un marcador muy alto para lo que nos tiene acostumbrados el Iberostar, pero es que Akognon y Abromaitis estaban inspirados.

El Delteco saltó a la cancha cuando el colegiado había pitado un minuto para el comienzo del tercer cuarto. Buena arenga del técnico a sus jugadores, que salieron con otra mentalidad. Por lo pronto subieron la primera línea defensiva y presionaron en toda la cancha. Era ya otro partido y las dudas ofensivas del equipo local fueron aprovechadas por los visitantes para ponerse 62-48 en el minuto 24.

Esa defensa tan abierta supuso que el Iberostar pudiera jugar más cómodo con "Petit" y mantener así esa diferencia en el marcador que en el minuto 27 volvió a ser de 19 puntos (71-52).

Pero, pese a todo, el Delteco, liderado por un excelente Dani Pérez, volvió a la carga. El propio Pérez, acompañado por Cherry y Van Lacke, le dio otro ritmo a su equipo, mientras que Agbelese ayudaba dentro de la zona.

Dani Pérez, tal y como ocurriera al final del segundo cuarto, anotaría un triple sobre la bocina para llegar al final del tercer cuarto con un 73-63. Desde el banquillo no se encontró solución y en la cancha el juego carecía de orden con pérdidas importantes de balón y malas decisiones a la hora de tirar. Akognon, el mejor de la primera mitad, "agotó" todos sus triples en los primeros veinte minutos y ya no metió más. A Abromaitis se le encogió el brazo y Vasileiadis lo intentaba, sin suerte.

Lo cierto es que el Delteco, ya en el último tramo del partido, se subió a las barbas del rival y Swing, desaparecido durante todo el encuentro, anotó dos triples para poner el 82-77, a falta de tres minutos para el final.

El nerviosismo por la situación del partido llegó a las gradas y, por supuesto, a la cancha de un Iberostar Tenerife carente de recursos y de intensidad defensiva.

El encuentro llegó a los dos últimos minutos muy igualado hasta que Dani Clark, a falta de 41 segundos, puso el 85-88 con un triple que sería casi determinante para la remontada de su equipo. Petit falló sus dos tiros libres tras una falta que le hicieron, Abromaitis tampoco acertó en un lanzamiento de tres y Cherry, por contra, terminó por sentenciar para poner el 85-89.