Michelle Alonso Morales no conoce los límites. Ayer lo volvió a demostrar, quedándose a solo medio segundo -52 centésimas- de la final de los 50 metros braza del XIX Open Primavera de la Real Federación Española de Natación, celebrado en Málaga.

La nadadora del Ademi Tenerife, uno de los principales focos mediáticos del fin de semana en el Centro Acuático malagueño, se convirtió en la primera participante con discapacidad intelectual en tomar parte de una prueba para deportistas sin discapacidad.

En la sesión matinal, Alonso logró ser una de las semifinalistas tras parar el cronómetro en 33:55 segundos. Llegaba a la cita con el decimotercer mejor tiempo, mas fue la undécima mejor.

Para alcanzar la final sabía que tenía que rendir a su mejor nivel. De hecho, ya en horario vespertino, su plusmarca en la disciplina -33:09, lograda en Berlín 2016- fue el salvoconducto para estar entre las mejores. Michelle casi clavó su actuación unas horas antes y se quedó a 52 centésimas de lograr lo inimaginable -la octava plaza-, con un tiempo final de 33:61 -undécimo lugar en la general- debido a que tardó un poco más en la reacción de la salida.

"La Sirenita" se ganó el respeto de unos compañeros de profesión entre los que se encontraban los mejores nadadores absolutos del país, así como algunos otros internacionales.

La "Sirenita" llega, junto a su preparador José Luis Guadalupe, a la Isla esta mañana. En unos días, Alonso volverá a los entrenamientos con su vista puesta el Europeo de Dublín, en agosto. Antes competirá en otros escenarios, como la Copa del Mundo de Berlín, en el venidero junio.

Michelle: "Mi gran sueño es estar en Tokyo 2020"

Michelle Alonso no ocultaba el orgullo que supuso una nueva ruptura de barreras para ella y, por ende, para el conjunto de la sociedad. Uno de los valores principales que le han posibilitado los diferentes triunfos radica en las ganas por superarse a si misma. "Estoy muy contenta, no tanto por el resultado obtenido en la semifinal", reconoció La Sirenita. La nadadora del Ademi también indicó que "no se esperaba" nadar en la misma piscina que la plusmarquista Jessica Vall. Para Michelle, esta es una experiencia "que no cambiaría por nada" y que le gustaría "volver", aseveró. La tinerfeña ha posibilitado que se hable de una inclusión social real. "He notado que soy un referente para las personas que tienen diversidad funcional. Estoy muy agradecida a todas las personas que me siguen y que me animan", apuntó la deportista. También quiso aconsejar a todas aquellas personas que quieran emularla en el deporte, diciendo que hay que "trabajar muy duro" para llegar a un campeonato de esa magnitud. "Tokyo 2020 es mi gran sueño", concluyó.