Para el público no fue un buen partido, para el entrenador del Tenerife se trató de una actuación inteligente de su equipo. Podríamos quedarnos en el término medio para concluir que el equipo blanquiazul ganó bien, con cierta solvencia, pero no entregó a la afición una actuación lucida ni vistosa el día en que había logrado congregar la mejor entrada de la temporada, fruto, sin duda, de su exhibición ante el Oviedo. Aquél y este partido no tienen nada que ver. Bueno, sí, el signo del marcador. De eso se trata.

El Tenerife entró al partido manifestando el propósito de evitar excesos de confianza. Sus primeros diez minutos fueron pujantes, con intensidad y dinamismo, y tuvieron premio. Atacó la defensa de cinco hombres del Lorca con pases frontales al espacio y buscando a Longo para que el italiano hiciera valer su corpulencia jugando de espaldas contra tres centrales, pero fue un envío en diagonal de Alberto sobre el desmarque de Suso el que abrió el camino. El tacuense aprovechó las dudas de Pomares, se metió hasta dentro y remató forzado a la red. Era el minuto 6 y presagiaba goleada. La segunda parte de aquel paisaje era un rival replegado, solo pendiente de defender y expuesto a encajar un segundo gol que rondó Mula (12'') cuando remató solo, pero alto, una dejada de Longo en una de esas jugadas preparadas para romper el molde defensivo lorquino.

Pero con el paso de los minutos todo se atenuó: el dominio alto del Tenerife y el temor del Lorca, y el juego se fue equilibrando. Los blanquiazules desistieron de tirar su presión alta, dieron un paso atrás y se ampararon más en los pases defensa-ataque, generalmente imprecisos, buscando a Longo. El Lorca contrarrestó ese recurso sin agobios e incluso se atrevió a desplegarse en ataque con su jugador más activo, el carrilero derecho Fede Vega, que le puso un balón en la cabeza a Apeh, cuyo remate se fue ajustado a un poste. El juego, ya en más espacio, se volvió impreciso, sobre todo en los tramos de partido en que el Tenerife prescindió de apoyarse en Milla, su mejor efectivo cada vez que entraba en contacto con la pelota. Camino del descanso, una acción de Bryan, que rebotada en un defensa casi sorprende a Dorronsoro, fue el único sobresalto.

Queda la sensación de que el Tenerife ganó con absoluta claridad, aunque del relato de lo sucedido en la segunda parte se pueda deducir que no solo no fue así, sino que incluso el Lorca pudo puntuar. Fabri puso en el campo a Villalibre en lugar de Apeh y el vasco se relacionó mucho más con su medio campo, hasta el punto de servir de apoyo de varios ataques muy claros de su equipo, que pudo empatar en el minuto 1 y en el 2, con disparos de Ojeda y Tropi. Con la parroquia local mostrando su disgusto por el juego discontinuo e impreciso de su equipo, que había convertido una promesa de goleada en un desempeño incierto frente a un rival cada vez más atrevido, apareció una jugada de calidad, un corte de balón en tres cuartos que sirvió para una carrera de Mula, que entró en el área y sirvió en bandeja sobre la llegada de Bryan, que la rompió con la zurda, abajo, cruzado, imparable. Era el minuto 61 y tuvo un efecto balsámico para el Tenerife, aunque solo tres minutos después, el recién entrado Nando pudo haber reabierto el escenario de preocupación cuando se quedó solo ante Dani y remató muy cruzado, fuera. El Lorca seguía saliendo y creando superioridad por los costados con sus carrileros, y Etxeberria movió tres piezas con un solo cambio: entró Iñaki y se fue Suso; el riojano se colocó de lateral izquierdo, Cámara pasó a la derecha y Luis Pérez se colocó por delante para reforzar el carril desde arriba. El paso de los minutos invitó más al conformismo de un Tenerife que no encontró ninguna contra buena, como el día del Oviedo. El Lorca siguió buscando y pudo meterse en el partido con una doble ocasión de Nando en el 78'' que salvó primero, de forma milagrosa, Iñaki.

Etxeberria quitó a Mula y a Longo y le dio minutos a Juan Carlos y a Malbasic, que lo peleó todo en vano, porque la única ocasión de hacer el tercero la tuvo Aveldaño, tras un córner, con un cabezazo que salvó de manera prodigiosa Dorronsoro.

El partido murió como había transcurrido, sin brillo y bajo el mando del Tenerife, que esta vez llegó al objetivo de otra manera. Cada cual lo ve a su manera.

2-0

tenerife-lorca

CD Tenerife: Dani Hernández; Luis Pérez, Carlos Ruiz, Aveldaño, Raúl Cámara; Alberto, Luis Milla; Suso, Bryan Acosta, Alex Mula; y Longo. En el minuto 63, Iñaki entró por Suso; en el 70'', Juan Carlos por Mula; en el 79'', Malbasic, por Longo.

Lorca: Dorronsoro (1); Fede Vega (1), Antonio López (1), Fran Cruz (1), Pomares (0), Peña (2); Javi Muñoz (0), Tropi (1), Gomelt (1), Daniel Ojeda (0); y Emmanuel Apeh (1). En el descanso se quedó en el vestuario Apeh y entró en su lugar Villalibre (2); en el minuto 64, Nando (1) sustituyó a Tropi; en el 80, Bicoro (s.c.) por Gomelt.

Árbitro: Daniel Ocón Arraiz (Comité Riojano). (1). El partido no tuvo jugadas complicadas, pero su arbitraje no gustó, porque pareció demasiado permisivo. En la acción del primer gol aplicó bien la ventaja, porque había penalti a Suso antes de que consiguiera el tanto. Se le pidió una amarilla a Javi Muñoz en el último lance después de una ley de la ventaja, en una acción de criterio confuso. Amonestó a Raúl Cámara (31''), y a Fede Vega (69''), Pomares (84'') y Nando (89'').

Goles: 1-0, m. 5: Pase en largo y en diagonal de Alberto a Suso, que entra a la espalda de Pomares, desplaza a Dorronsoro y marca a pesar de ser derribado por el citado defensor. 2-0, m. 61: Corte de balón de Bryan, entrega a Mula, que conduce y le devuelve la pelota para que el hondureño remate con la zurda a la red.

Incidencias: Partido de la trigésimo segunda jornada de la Liga 1 2 3, disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López, de la capital tinerfeña, ante 15.131 espectadores. Tarde algo fría y ventosa y terreno de juego en aparentes buenas condiciones. El cuadro local entregó una placa a su rival por su primera visita al recinto capitalino. El Tenerife lució su indumentaria habitual y el Lorca lo hizo completamente de naranja.