Quique Medina, exjugador, entrenador y director deportivo del Tenerife, está atento a las ofertas que le puedan llegar para continuar su carrera vinculada al fútbol y también a los despachos. Y lo hace con la puerta abierta a aventuras internacionales. De hecho, vivió una reciente experiencia en África que, en gran parte, resultó satisfactoria.

En mayo de 2017 le surgió la oportunidad de comandar el proyecto del Lusaka Dynamos, club de la máxima categoría de Zambia. Sin tiempo para pensarlo demasiado, y tras valorar una propuesta procedente de Lituania, hizo las maletas y, acompañado por el técnico tinerfeño José García, asumió un reto que no pasó de los ocho meses de duración por culpa de los problemas económicos que empezaron a acusar ellos y los futbolistas. Pero saca conclusiones positivas. "Necesitaba algo así: estar en el fútbol, que me apasiona, y vivir algo diferente". En realidad, lo fue.

Medina firmó un contrato de tres años y asegura que "estaba bien pagado", tal como contó ayer en Radio . "La temporada fue buena, quedamos quintos por primera vez en la historia, pero empezaron los problemas de cobro, incluso por parte de los jugadores, y decidimos rescindir", explicó sin ocultar su resignación por la respuesta del propietario del club. "La mentalidad es diferente a la nuestra; no es que el dueño no tuviera dinero, sino que no quería meter tanto en el equipo y le daba igual que denunciáramos", señaló sobre un inconveniente que contrastaba con las aspiraciones de los gobernantes del Dynamos. "Pretendían entrar en África (competiciones internacionales) con poca inversión, y eso era imposible por el potencial de dos o tres rivales del país".

Quique afirmó que en Zambia están "a años luz en el fútbol", y apuntó que uno de los motivos está en "lo que les cuesta dar los pasos adelante", a pesar de que "siempre te dicen que sí a todo".

En cuanto a la "materia prima" que manejan, el exdefensa del Tenerife destacó que el "nivel de los jugadores es muy bueno y sus condiciones son brutales, pero tienen un problema de mentalidad". Al respecto, añadió que "físicamente son un portento y técnicamente han mejorado mucho, pero en la táctica tienen carencias; juegan partidillos, pero no trabajan otras cosas".

Además, compartió alguna anécdota que pone de manifiesto las diferencias entre las costumbres que descubrió en Zambia y las que ya conocía. "Es normal que los jugadores se concentren cuatro días antes de los partidos. Pero los entrenadores no se quedan en el hotel. Y la razón que dan es que los futbolistas beben si no están concentrados".

Ahora, después de pasar "ocho días muy ricos e intensos" y de "disfrutar a tope de un fútbol diferente", Quique Medina aguarda nuevas ofertas. "Tengo muchas ganas de que me llegue una oportunidad parecida", reveló dispuesto a volver a viajar lejos, ya que "en España se paga bien al nivel de la élite, pero ahí es imposible llegar ahora".

Un fichaje "chocante"

Quique Medina considera que el Tenerife ha "trabajado muy bien" la formación de jugadores, pero también cree que "el problema está arriba", en el momento de "abrir o no la puerta". Por tanto, está convencido de que se puede "apostar por hacer un equipo con gente de aquí". Y le llama la atención que un club de Segunda pague medio millón de euros para fichar a un futbolista, como hizo el Tenerife con Milla. "Son cosas que me chocan", confesó. "El problema no es que el chico venga de Segunda B, sino que tú estés en Segunda A y te gastes 500.000 euros, porque ahí empiezan los problemas por los endeudamientos". Por otra parte, dijo que le dio "mucha pena" el despido de Martí, porque la Liga pasada hizo "algo grandioso". Respecto a las opciones del Tenerife, señaló que "los equipos que de arriba rascan mucho fuera y no son tan irregulares, pero queda tiempo".