Fin de semana para olvidar. La violencia superó en cuota de protagonismo al fútbol. Lo peor de todo ello, es que en tres de los cinco casos expuestos, se registraron en el fútbol base. Respetando el orden de categorías, los describimos.
En la noche del sábado, el encuentro correspondiente a la vigésimo quinta jornada de la Segunda División Nacional femenina entre EUDLP Llamoro y Costa Adeje, dio una imagen para olvidar y a erradicar en el fútbol. Llegados a un punto, el partido, después de sendas expulsiones –entre ellas, la de la entrenadora del Costa Adeje–, se suspendió el partido en el minuto 75. El árbitro recogió en el acta todo lo acontecido. Entre ello, especificó que una jugadora del Llamoro tuvo que acudir a un centro sanitario al tener un ostensible hematoma en su cavidad ocular derecha. El colegiado, Johan González, no le hizo entrega de las fichas a las jugadoras sureñas. Tendrán que recogerlas en la sede de la Federación.
Dantesco y primitivo. Así fue el comportamiento de algunos aficionados locales en el Candelaria-Tegueste de Segunda Interinsular;grupo 1. En el minuto 87, el colegiado Jeremías Ehis, suspendió el encuentro. Insultos racistas, escupitajos y amenazas de muerte, se hace eco el acta.
No es menos preocupante lo acaecido en el fútbol base. En el barrio verdeño, el Verdellada-Arenas, fue suspendido en el minuto 43. Dos jugadores llegaron a las manos y, el árbitro, tras expulsarlos, optó por dar por finalizado el encuentro. El incidente no pasó a mayores.
Al igual que el anterior, en juveniles de segunda, fue suspendido el Casariego-Igueste B. Un jugador local expresó la disconformidad con una decisión del trencilla, propinándole un golpe en el rostro. De manera inmediata, el equipo capitalino tomó la determinación de expulsarlo del club.
Por último, el Juventud Laguna-San Andrés de prebenjamines de preferente se vio manchado cuando un padre de un niño local golpeó al entrenador de su hijo. Los más pequeños acabaron llorando al ver la escena.

Joche, fallecido tras jugar con su equipo aficionado

Joche, conocido futbolista del norte de Tenerife, se despidió de la vida en la noche del pasado sábado. Disputaba un partido aficionado en el que comparecían Palestra La Cueva Gráfica y el Rincón McLolo’s del XXI Campeonato de Fútbol Aficionado Valle de La Orotava, al no encontrarse en plenitud de sus facultades, pidió el cambio. Pasó por vestuarios y, cuando ya se encontraba fuera, se desplomó. A pesar de la pronta llegada de la ambulancia solicitada, fue imposible el reanimarle. Los medios sanitarios apuntaron la defunción como muerte súbita. A sus 39 años seguía jugando encuentros de ese deporte al que tantos años les dedicó. Joche fue futbolista del Santa Úrsula, Realejos, Vera y Cruz Santa. Precisamente, el estadio de La Suerte vio como se marchó un hombre que defendió con honor sus colores.