Juan Villar conocerá hoy el alcance exacto de su sexta lesión de la temporada, todo un calvario para un futbolista poco acostumbrado a este tipo de situaciones hasta su llegada al CD Tenerife. De hecho, hace dos semanas comentaba en una entrevista concedida a EL DÍA que "son años que vienen así", pero que prefería "no pensar" en esas cosas ahora que empezaba a tener cierta continuidad. Pues su último retorno ha durado poco más de un mes.

La diferencia con las anteriores es que corta una progresión que le había llevado a anotar cinco tantos en seis partidos, ganando peso en el equipo desde la llegada de Joseba Etxeberria. Ya marcó en el último encuentro de José Luis Martí al frente de los blanquiazules, en Granada, pero luego siempre estuvo en el once. El entrenador vasco le situó en la banda derecha y, desde allí, estaba consiguiendo ver portería con cierta facilidad.

El pasado domingo anotó los dos goles de su equipo, circunstancia que ya había logrado en la goleada al Córdoba (5-1), pero un mal gesto en la segunda parte acabó con el andaluz sobre el césped después de echarse mano a la parte posterior del muslo derecho. Mismo sitio que en la mayoría de sus anteriores ausencias. El jugador ya ha deslizado a algunos compañeros que "las sensaciones son peores" que en las últimas ocasiones y teme una baja larga. En el club ya se preparan para vivir sin Villar hasta la recta final del Campeonato. Pero será hoy cuando se sepa el tamaño del agujero al que se expone Etxeberria con la ausencia de un futbolista determinante.

El primer problema de Juan Villar llegó en pretemporada, en el partido contra la UD Las Palmas de la Copa Mahou. Llegó por los pelos al inicio liguero ante el Zaragoza, en el que fue reservado por José Luis Martí. Solo disputó los últimos minutos, pero diez días después entró en el once. Contra el Barcelona B, después de colaborar decisivamente en el gol que abría el camino del triunfo, recayó de su lesión. Se perdió más de un mes de competición y regresó en la octava jornada ante el Nástic de Tarragona. Entró desde el banquillo, como cuatro días más tarde en Oviedo, donde logró el gol del empate (1-1) cosechado en el Nuevo Carlos Tartiere. Esa misma semana recibió un fuerte golpe en el tobillo contra el Numancia y se perdió la visita a Lorca.

En su tercer retorno después de una lesión, no tardó en tener protagonismo. Jugó contra el Osasuna y encadenó otros cuatro encuentros más sin problemas. Ante el Rayo Vallecano, otra lesión. Casi un mes fuera de combate, despidiéndose de un aciago 2017. Después de una minipretemporada, reapareció como titular tras el parón navideño. Jugó 76 minutos en Albacete y, pese a las molestias, fue titular seis días más tarde en el maltrecho césped de La Romareda ante el Real Zaragoza. Tuvo que pedir el cambio. Su ausencia se redujo en esa ocasión a un solo partido (Barcelona B).

Reapareció, entre algodones, contra el Valladolid. Y entonces llegó la que, hasta ahora, había sido su mejor etapa como blanquiazul: seis partidos seguidos, cuatro titularidades, cinco goles y ni un atisbo de sus problemas físicos... hasta el domingo en Tarragona.

La opción natural

Hombre por hombre. Si Joseba Etxeberria se decanta por mantener su esquema y la naturaleza de los futbolistas de banda que ha elegido hasta la fecha, Suso Santana sería el elegido para sustituir a Juan Villar a partir de este viernes. El profesional tinerfeño es un extremo puro, como el andaluz, y aunque no ha encontrado su mejor estado de forma hasta la fecha, sí que cuenta con las características propicias para dar profundidad al Tenerife por el costado derecho de su ataque. El capitán podría estar ante su gran oportunidad de recuperar protagonismo.

Solidez y ayudas

Contra el Nástic de Tarragona jugó durante algunos minutos Bryan Acosta en el sector derecho. Entró Aitor Sanz por el lesionado Juan Villar y su técnico lo colocó por detrás de Longo. Eso desplazó al hondureño al flanco diestro del centro del campo. Es una posición que no desconoce, pero en la que no casaría con lo que pretende el técnico blanquiazul de sus alas. Quedaría Álex Mula como único futbolista para encarar y llegar desde segunda línea. Es una opción menos probable, sobre todo en casa. Otras alternativas pasarían por dar entrada a Malbasic, Tyronne o Juan Carlos. Ninguno de los tres es un extremo como Villar, pero podrían adaptarse al sitio.