Un triunfo que vale su peso en oro. La tercera victoria del CD Tenerife a domicilio de la temporada devuelve al tinerfeñismo la ilusión por sacar todavía provecho de una campaña que estaba siendo ruinosa hasta la llegada de Joseba Etxeberria al banquillo, y sirve para ratificar que la mejoría es evidente en cuanto a resultados y confianza tras derrotar a un Nástic de Tarragona que también se doblegó al cuadro insular, sumando su novena derrota de la Liga ante su público. Este partido posiblemente se le hubiera atragantado al Tenerife antes de la era Exteberria, en un choque que empezó torcido cuando a los nueve minutos el equipo catalán se adelantaba en el marcador tras un mal inicio blanquiazul, donde el Nástic le superó en muchos aspectos, generando varias jugadas de ataque ya antes del uno a cero.

Una gran asistencia de Maikel Mesa a Tete habilitó al atacante tarraconense, que superó a Dani Hernández en su salida para poner el partido cuesta arriba al Tenerife muy pronto. Los locales valientes, y los visitantes desorientados dibujaban un paisaje ya conocido para el representativo, acostumbrado toda la temporada a comenzar los partidos desnortado y por debajo en el marcador a las primeras de cambio. Pero esta vez sí que supo recomponerse el combinado isleño, y tan solo dos minutos después Villar empataba tras un excelente remate desde la frontal del área al que no llegó Dimitriesvki. La volea del delantero andaluz fue perfecta, y evitó que los de Nano Rivas se crecieran y creasen más problemas a un Tenerife descoordinado en labores defensivas. El partido entró entonces en una fase de intercambio de jugadas de ataque en las que los de Etxeberria merodearon el gol en varias ocasiones, pero también el Nástic, que lanzó un balón al palo antes de que el CD Tenerife se estrellara también contra la madera en un cabezazo de Aveldaño que se fue al larguero (21''). Al Tenerife le estaban haciendo daño por los costados, especialmente con la escasa implicación defensiva que aportaba Mula, y que dejaba muy suelto al lateral derecho Otar Kakabadze, cuyas incursiones fueron numerosas y muy peligrosas.

Longo tuvo en sus botas el segundo gol del Tenerife, pero su disparo desde unos 20 metros de la portería de marchó desviado. El que no perdonó tres minutos más tarde fue de nuevo Juan Villar, en una magnífica jugada trenzada entre él mismo, Longo y Acosta, con una perfecta asistencia de cabeza del hondureño que Villar solo tuvo que embocar a gol en la misma raya de meta (30''). El gol que ponía por delante a los blanquiazules fue producto de la brutal calidad de este equipo en zonas avanzadas, porque contar con Longo, Juan Villar y Álex Mula, más el suplemento de un gran Bryan Acosta, es un lujo para esta categoría. Un lujo que, entre unas cosas (malas decisiones de Martí) y otras (lesiones), ha estado desperdiciado buena parte de la temporada.

Y precisamente la peor noticia de la tarde iba a estar otra vez en el plano físico, con un triste protagonista nuevamente en la figura de Juan Villar. El onubense se lesionaba en el minuto 58 tras ir a por un balón largo y las sensaciones fueron muy malas desde el primer momento, con un "pinchazo" muscular en los isquiotibiales de su pierna derecha que preocupa, y mucho, a todo el tinerfeñismo, hasta conocer en próximos días el alcance de la otra lesión que le puede dejar en el dique seco nuevamente por un período más o menos largo, dependiendo de la magnitud de la dolencia. Esto, para este Tenerife en clara línea ascendente, supondrá un gran problema, ya que Villar estaba en un fenomenal momento, pletórico y muy acertado de cara al gol, sumando ya ocho tantos y siendo un futbolista diferencial y básico para seguir recortando con la zona de "playoff".

Aitor le suplió y Etxeberria mandó a Acosta a la derecha para dar entrada poco después a Suso por ese lado. Pero el Nástic metió dinamita arriba con Uche y Juan Muñiz y tuvo algunas llegadas al área con bastante peligro, sobre todo en un tiro de Fali que Dani resolvió con acierto. Con juego más directo buscando a Manu Barreiro, el Nástic echó el resto, pero el Tenerife supo aguantar y pudo ampliar el resultado con un tiro al palo de Mula en el 92''.

El partido murió, y el Tenerife se reactiva en el momento justo para seguir soñando.

1-2

NÁSTIC TARRAGONA TENERIFE

Nástic Tarragona: Dimitrievski (1); Kakabadze (2), Pleguezuelo (1), Xavi Molina (1), Abraham (1); Tejera (1), Fali (1), Maikel Mesa (1); Jean Luc (1), Tete Morente (2) y Manu Barreiro (0). En el minuto 64 Uche (1), entró por Maikel Mesa; en el minuto 71, Juan Muñiz (1) sustituyó a Tete; y en el 85'', Pleguezuelo dejó su sitio a Dongou (s.c.).

CD Tenerife: Dani Hernández; Luis Pérez, Aveldaño, Carlos Ruiz, Raúl Cámara; Alberto, Luis Milla, Bryan Acosta; Álex Mula, Juan Villar y Longo. En el minuto 60, Aitor Sanz suplió a Villar; en el minuto 72, Malbasic reemplazó a Longo; y Suso a Bryan Acosta (78'').

Árbitro: Víctor Areces Franco (1), del Comité Asturiano, Víctor Hugo Fernández Suárez y Judit Romano García como asistentes. Llevaba bien el partido pero dejó sin sancionar un golpe de Muñiz a Carlos Ruiz que rozó la agresión. Amonestó a Abraham Minero (42''), Manu Barreiro (50''), Pleguezuelo (64''), Tejera (67''), Aitor Sanz (85'') y Carlos Ruiz (86'').

Goles: 1-0, m. 9: Tete aprovecha una asistencia de Maikel Mesa para batir a Dani en su salida. 1-1, m. 11: Juan Villar, de volea desde el borde del área a la izquierda del meta local. 1-2, m. 30: Villar, a placer empuja a gol una asistencia de cabeza de Bryan Acosta.

Incidencias: Partido de la jornada 29 de la Liga 1 2 3, disputado en el Nou Estadi de Tarragona ante 4.723 espectadores, según cifras oficiales. Césped en buen estado y tarde agradable, con unos 14 grados. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Enrique Castro "Quini", del exjugador del Nástic, Ignasi Rojas y del periodista tarraconense, Joan Castell. Unos 20 aficionados blanquiazules animaron al Tenerife desde uno de los fondos.