Con su victoria ante el Valencia, el Iberostar Tenerife ya ha ofrecido una gran dosis de hazaña a la parroquia aurinegra. ¿Cómo se catalogaría un triunfo, esta tarde, ante el Real Madrid? Y es que los blancos están dominando la competición del nocaut con mano de hierro.

El conjunto más laureado de la Copa del Rey -27 cetros, cuatro más que el FC Barcelona- ha abrazado el torneo en las cuatro últimas ediciones consecutivas. Se trata de una racha de otro tiempo. De hecho, apenas dos equipos se han hecho con cuatro copas consecutivas o más: la propia escuadra merengue, entre los años 1970 y 1975 -seis títulos-, con el tinerfeño Cristóbal Rodríguez y el excanarista Carmelo Cabrera en sus filas; y el Barça, entre 1978 y 1983 -otros seis-.

El absoluto dominio merengue tuvo su inicio en la edición de 2014, en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena de Málaga. El Madrid se deshizo del Gran Canaria y el Zaragoza, antes de disputar el clásico. El equipo de Xavi Pascual cayó en la última décima del choque, merced a una canasta de Sergio Llull tras una asistencia del tinerfeño Sergio Rodríguez.

La mejor competición cestista nacional se marchó, en 2015, al escenario de la presente, el Gran Canaria Arena. Los blancos ajusticiaron previamente al Zaragoza y al Joventut. Nuevamente los culés mordieron el polvo ante una escuadra liderada por Rudy Fernández -a la postre, "MVP"-.

Un año más tarde, el espectáculo se celebró en el Coliseum de La Coruña. Tras superar al Fuenlabrada y Baskonia, en el definitivo duelo cayó el Gran Canaria de Aíto García Reneses.

Mientras, el pasado año, en el Fernando Buesa Arena de Vitoria, apeó al Andorra y al anfitrión Baskonia. En la final dio cuenta del Valencia de Pedro Martínez. Fue por escaso margen. Como en sus últimas seis contiendas coperas.