El entrenador argentino del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, desempató este domingo las tablas que tenía en sus enfrentamientos con el entrenador del Valencia, Marcelino García Toral, gracias a la victoria por 1-0 del conjunto rojiblanco, con gol de su compatriota Ángel Correa.

El 1-0 de este domingo en el Wanda Metropolitano, en una noche heladora con nieve como prólogo del partido, el Atlético decantó a favor de su entrenador el balance particular con su oponente de hoy, que hasta ahora estaba en una situación de empate técnico: dos victorias para cada uno y tres empates en siete partidos.

La mayoría de estos partidos -seis de los siete precedentes- con Marcelino en el Villarreal, a excepción del 0-0 de la primera vuelta en Mestalla, entre dos personalidades del fútbol español con varias similitudes.

Simeone y Marcelino, ambos exjugadores, ambos entrenadores que parten en su confección de los equipos de la disciplina defensiva para construir el éxito en el ataque, vinculados por su idea de juego y por un aprecio mutuo. Incluso Simeone llegó a elegir a Marcelino como el técnico de Primera con el que se tomaría una caña.

Ambos salieron con lo esperado: los dos con un reconocible esquema 4-4-2 sobre el campo, Simeone con los dos extremos esperados (el argentino Ángel Correa por la derecha y el belga Yannick Carrasco por la zurda) y Diego Costa en punta; Marcelino apostó por el italiano Simone Zaza arriba y un doble lateral izquierdo con José Luis Gayá y Antonio Lato como interior, con el serbio Nemanja Maksimovic por la derecha en lugar de Carlos Soler.

Pasados los primeros minutos de presión local, se mostraron las claves del partido: un Valencia que buscaba la posesión frente a un Atlético atento al robo y vertical en la salida, con Diego Costa como faro, junto a un muy activo Carrasco por la izquierda.

Los dos entrenadores observaban las evoluciones del encuentro al borde de sus áreas técnicas, siempre muy cerca de los suyos, llamando la atención sobre algún detalle, recriminando o aplaudiendo cada jugada.

Pero el juego estaba, al menos sobre los papeles, donde el Valencia quería. Posesión rojiblanca sin profundidad ni demasiados problemas para el portero ''che'' Neto. Tan solo se vio exigido el brasileño en el minuto 35, cuando sacó un remate de cabeza de Diego Costa a saque de esquina de Koke.

Justo cuando el colegiado Iglesias Villanueva señalaba el final de la primera mitad, el conjunto valencianista pisaba con peligro el área del esloveno Jan Oblak, en un pase hacia el italiano Simone Zaza que atajaba antes de tiempo el guardameta rojiblanco.

Mientras para Marcelino el duelo se ajustaba al guión previsto, a Simeone no paraban de aparecerle contratiempos en forma de lesiones: si en la primera mitad era el montenegrino Stefan Savic, sustituido por el uruguayo José María Giménez, nada más comenzar la segunda mitad se quedaba si el charrúa Diego Godín, que recibía un golpe de Neto en la boca al intentar rematar un saque de falta.

No obstante, cuando el partido parecía abocado a la intrascendencia, apareció un jugador siempre sorprendente, que no había tenido su mejor noche sobre el césped del Wanda Metropolitano, con malos controles y disparos desacertados: el argentino Ángel Correa.

El delantero rosarino recibió un balón de Juanfran en la zona media del campo valencianista, avanzó unos metros hasta el borde del área rival y descerrajó un disparo maravilloso a la escuadra derecha de la portería rival. Imposible para Neto llegar a ese balón.

Corría el minuto 61 y tanto Simeone como Marcelino movían sus banquillos. El argentino consumía su tercer y último cambio sacando al capitán Gabi Fernández, una entrada que tenía planeada antes del gol, que pareció considerar unos segundos, pero finalmente ejecutó.

El belga Yannick Carrasco, que llevaba un buen partido, fue el sustituido y el mensaje parecía claro: fortalecer el centro del campo ante los posibles avances valencianistas. Resguardar el 1-0 y esperar que Costa, Griezmann y Correa trajeran el segundo, con Koke acostado a la banda izquierda y Gabi y Saúl en el medio.

También movía sus piezas Marcelino, a quien de nada le servía perder en Madrid, poniendo sobre el césped a Carlos Soler y Rodrigo Moreno en lugar del lateral Lato y de Maksimovic.

No obstante, no logró en primera instancia que el Valencia se hiciera más vertical, sino que tuvo un par de contraataques locales y un nuevo disparo de Correa, este raso y a las manos de Neto

Solo en momentos muy contados del partido pareció el Valencia acogotar al Atlético, centrado en conservar su 1-0, algo que en otras ocasiones había sido moneda habitual para los rojiblancos, pero que se había puesto en duda en los últimos partidos, especialmente en casa contra el Sevilla en Copa y el Girona en Liga.

Finalmente, con el pitido final llegó la sentencia que le da a Simeone la tercera victoria en ocho duelos contra Marcelino y al Atlético nueve puntos sobre un rival directo, los mismos que le separan del líder, el Barcelona, al que recorta dos.