Llega sudando a la entrevista. No es para menos. Acaba de terminar de entrenar. Y es que su tiempo es oro. Trabaja como camarera ocho horas diarias y luego se calza los tenis para realizar su práctica habitual -unas dos horas y media por sesión-. Es el ritual de una deportista amateur como Marta Arnay (Santa Cruz de Tenerife, 29/07/1990). La atleta del CEA Tenerife 1984, que hace cuatro años jugaba al fútbol y estaba alejada del atletismo, logró recientemente la mínima, en los 1.500 metros, para el LVI Campeonato de España absoluto de atletismo en pista cubierta, a celebrar el 17 y 18 de febrero en Valencia. Arnay aún se pregunta cómo lo hizo. Bueno, reconoce que el estar de vacaciones le ayudó...

¿Cuándo comenzó a practicar atletismo?

Empecé hace cuatro años. Llevaba desde los 13 años en fútbol. En el instituto sí competí e hice carreras en los Juegos Escolares. Hacía pruebas sin entrenar y me iba bien. Ahí paré y continué en el fútbol. En 2014 fui a la Carrera Popular de Taco y retomé el atletismo. Era imposible dedicarle tiempo a las dos cosas.

¿En esas primeras carreras veía que podía ser buena?

Gané en Taco. Luego fui a probar a la Carrera de la Cruz Roja en Tegueste. También gané, pero no estaban las buenas. En esa prueba alguien me dijo que probara en atletismo y preguntara por Pedro Rodríguez Dorta -actual presidente del CEA Tenerife 1984-. Lo hice, me quedé con ellos y sigo a día de hoy. Nunca he cambiado porque me ha ido bien.

¿Se arrepiente de haber llegado un poco tarde a las pistas?

Sí. Me arrepiento porque pienso que podría haber hecho cosas antes en otras categorías. Pero, por otro lado, no me arrepiento porque quizás tengo la ilusión que le falta a los atletas de mi edad. Probablemente sea porque llevo poco tiempo en esto.

Con una trayectoria larga en el atletismo, ¿piensa que sus tiempos serían mejores?

Posiblemente, sí.

¿Por qué el medio fondo y, en particular, los 1.500 metros, su especialidad?

Mi entrenador hacía medio fondo y a mí también me gustaba. Aparte, es lo mejor que se me da. Los 800 o los 3.000 no se me dan mal, pero mi mejor distancia son los 1.500. Es bonita. En pista he hecho incluso 200 metros. No se me ha dado igual de bien.

Alguna media maratón ya ha hecho. Se ve en el futuro haciendo alguna carrera de ultrafondo, como la Transvulcania.

Estoy aprovechando la edad que tengo, y la velocidad, para el medio fondo. Quizá más adelante sí me plantee dedicarme a la media maratón, distancia que me va bien. El ultrafondo no lo veo, aunque admiro a los que lo hacen.

Hablemos un poco de su día a día. No parece precisamente fácil llevarlo a cabo.

Pues no. Me levanto a las siete de la mañana. Estoy ocho horas de pie trabajando como camarera. Luego vengo a entrenar. Cuando salgo ya me voy a casa a descansar. Los fines de semana suelo competir o entrenar.

¿Cómo se lleva todo eso?

Mal. Hay que tener ilusión. No sé cuanto duraré así. Es una pena porque es difícil. No hay ayudas. He sido varias veces campeona de Canarias y no me han apoyado por ello. Hay que conseguir grandes cosas, pero ¿cómo lo hago si tengo que trabajar? Tengo un club que me ayuda. Mi fisioterapeuta a veces no me cobra...

¿Qué es lo que más le pesa, el físico o la cabeza?

El físico, sin lugar a dudas. Psicológicamente soy fuerte. Si no, no vendría a entrenar. A veces me arrastro y no puedo acabar un entrenamiento. Otras tengo que venir un domingo, que no trabajo, para poder aguantarlo. La mayoría de los días entreno alrededor de unas dos horas y media.

¿Tiene la espina clavada de no ser profesional?

Sí que la tengo. Ya no hablo de mí. Lamento que haya jóvenes válidos y que no se dedican al atletismo porque no los ayudan como deberían y, por lo tanto, tengan que buscarse un trabajo.

¿Tiene algún atleta que le inspire o del cual sea ídolo?

Sigo mucho a gente cercana, española. Por ejemplo, Solange Pereira -actual plusmarquista canaria de 1.500- o Esther Guerrero.

Hace unos días logró la mínima para el LIV Campeonato de España Absoluto en Pista Cubierta. ¿Qué supone este logro?

Es la recompensa al sacrificio que hago cada día. Es un regalo estar entre las mejores. Me pregunto cómo hice la mínima. Llego reventada muchas veces. Es cierto que en esos días estaba de vacaciones -ríe-. Siempre me marco un propósito para entrenar con ilusión, y es intentar entrar en la final en el estatal de pista cubierta de Valencia. Eso es lo que llevo en mente. Probablemente no se pueda.

¿Qué tiempo entiende que debe hacer para ello?

No manejo nada. Va a ser mi primera experiencia. Tengo que dominar los nervios. Soy consciente de que voy con la mínima raspada de -hizo 4:39:26 y se pedía 4:41:00-. Es en pista cubierta, que aquí no tenemos. Me han comentado que en Tejina hay una pista de 200 metros. Iré a hacer algún entrenamiento allí.

¿Qué objetivos tiene a medio o largo plazo?

Mis objetivos siempre son a corto plazo. Después del estatal de pista cubierta, me gustaría hacer la mínima para el Campeonato de España al aire libre -4:35:00-, que es más difícil.

¿Le falta al atletismo femenino dar un pasito para equipararse al masculino, o en Canarias no hay diferencia alguna?

En el atletismo no hay tanta diferencia como en otros deportes. Estamos igual de valorados las mujeres y los hombres. En una carrera salimos todos a la vez y aquí en Canarias los premios son iguales para hombres y mujeres, según lo que yo he vivido.

¿Qué consejo le daría a la gente que empieza en el atletismo?

Que tengan constancia. Con sacrificio se pueden conseguir cosas bonitas. Esa es la clave para tener éxito en este deporte.