Garra, compostura y regularidad. Quizás esos son los atributos más preciados de María Estella del Valle (10/06/1994, Sant Feliu de Gíxols, Girona). La lateral derecha afronta su tercera temporada en las filas del Granadilla Egatesa, tras su paso por el Espanyol, próximo rival de las tinerfeñas.

¿Cómo fueron los inicios de Estella en el mundo del fútbol?

Puedo decir que fueron fáciles. Me sentí muy integrada en cada uno de los equipos en los que estuve. Siempre compartí vestuario con chicos, hasta que cumplí 14 años. El cambiar al fútbol femenino no fue de mi agrado en aquel momento.

Poco después debutó en Primera División (Superliga, en aquel entonces).

Así es. Cuando cumplí 15 años recibí la llamada del UE L''Estartit. Quizás se fijaron en mí por la potencia que había adquirido jugando con chicos.

Desde entonces no ha abandonado la élite.

He tenido la suerte de contar con el interés de otros clubes de solera. El Sant Gabriel -allí coincidió con la palmera Sandra Hernández y con sus actuales compañeras Eva Llamas y la preparadora física, Laura-. A posteriori me llamó el Espanyol, para finalmente acabar recalando en el Granadilla Egatesa.

¿Resultó difícil la decisión de partir tan lejos de su casa, al venir a Tenerife?

Al principio sí. Sobre todo porque estaba estudiando. Eso produjo una reticencia por parte de mi madre. Sin embargo, considero que el venir fue un acierto.

¿Por qué el del Granadilla resulta ser un proyecto al que le dicen "sí" jugadoras que proceden de lugares lejanos?

Por la ambición y por el proyecto deportivo que han logrado. Se habla muy bien del Granadilla.

Con la lesión de Andrea, María Estella no tiene oposición que le dispute el lateral derecho. ¿Esta falta de competitividad puede resultar negativa?

Aunque en este tramo de la temporada no tenga la competencia de una jugadora cuya posición sea esa, me dejo la piel en entrenamientos y en los partidos. Es mi forma de responder a la confianza del míster.

Ya que hablamos de competencia en los puestos, mañana llegan Itziar y Vatafu. ¿Cómo valora dichas incorporaciones?

Con Itziar ya coincidí en el San Gabriel. Desde corta edad demostraba un gran potencial. A Vatafu no la conozco, pero deseo que se integre rápido y que nos ayude a acercarnos a los equipos de arriba.

¿Cómo afronta el partido del próximo domingo ante su exequipo?

Lo encaro con un plus de ilusión y motivación. Guardo relación con el club y conservo amistad con Inés. Pese a ello, el objetivo será ganar y ojalá pueda marcar.

¿De ser así, lo celebraría?

No. Hacerlo me parecería una falta de respeto a un club que me dio la oportunidad en ese momento.

¿Qué sueño le gustaría cumplir de cara a este 2018?

Siendo ambiciosa, y en base a la plantilla, la quimera sería llegar a la final y ganar la Copa de la Reina.