El Tenerife no juega a nada. Es un equipo empequeñecido por las dudas, sin confianza ni identidad, que fía todo al talento de sus jugadores (los que lo tienen) y a una intensidad que muchas veces ni siquiera sabe emplear cuándo y cómo debe. En esas condiciones es hasta normal que acontezca lo de ayer en el Heliodoro.

El Cádiz, que pese a la racha de siete victorias consecutivas y ocho partidos sin perder salió con excesivo respeto a los blanquiazules por su balance como local, necesitó muy poco para sumar. Y si no ganó fue por el arrebato de casta en los minutos finales del cuadro insular. Con Casadesús, Malbasic, Longo, Juan Carlos y Villar en el campo, el gol acabó llegando. Mensaje claro para José Luis Martí, que ayer se quedó al borde del precipicio y evitó la caída gracias a una mano salvadora de Juan Villar. O más bien a su cabeza.

El técnico balear retocó su once lo menos posible, dando entrada a Alberto por Carlos Ruiz y Vitolo por Bryan Acosta. El majorero no era el elegido inicialmente, pero un indispuesto Jorge dejó esa plaza vacante una hora antes del encuentro. Además, el técnico prescindió de Malbasic para dar entrada a Suso, lo que desplazó a Tyronne al flanco izquierdo del centro del campo. Desde el principio fue el duelo esperado: muy táctico y con miedo al error en ambos conjuntos. Por eso, a los insulares les costó asomarse al área visitante. En la primera aproximación, Casadesús remató escorado y Cifuentes despejó a córner tras varios rechaces (11'').

El cuadro que dirige Álvaro Cervera no terminaba de creerse que podía tocar con cierta facilidad, aunque fuera en zonas poco peligrosas. Sin la presión alta de otras tardes en casa, poco tardaron en llegar los despropósitos en un tembloroso Tenerife. El protagonista fue Carlos Abad, que no supo imponer su autoridad en dos balones aéreos despejados por Raúl Cámara y Alberto Jiménez. Lo aprovechó Garrido, que marcó con un disparo desde fuera del área que sorprendió al meta local (19'').

El tanto desconcertó a los insulares y empezó a desesperar al público. Sin un plan visible para tocar con fluidez y encontrar espacios en la telaraña andaluza, el bloque tinerfeño se consagró a las apariciones de Víctor Casadesús entre líneas. Fue el único con criterio para elegir el mejor pase, pero no encontró socios casi nunca. Lo demás fueron centros sin aparente peligro. Como jugar a la lotería para sacarse el reintegro.

El Cádiz dio otros dos sustos antes del descanso. Salvi recibió en una diagonal a la espalda de la zaga, ridiculizó a Camille en carrera y remató al exterior de la red (43''). Álvaro García lo intentó desde lejos al borde del descanso en un disparo sin aparente peligro que asustó más de lo debido por el nerviosismo de Carlos Abad. Lo siguiente fueron los silbidos del Heliodoro.

Nada cambió tras el receso en las áreas. Pero sí en el procedimiento para buscar la portería contraria. Martí ordenó jugar más directo ante la absoluta incapacidad de su equipo para sacar el balón jugado desde atrás con cierta nitidez. Cuando le salió bien trató de apretar más arriba. Pero al cuarto de hora ya se habían producido dos contragolpes cadistas que se saldaron con dos amarillas (Cámara y Vitolo).

Martí dio entrada a Malbasic y Juan Villar, con los que su equipo pareció dar un paso adelante. Así llegó el primer disparo -fue de Longo-, aunque no entre los tres palos. Más incómodos, los de Cervera se consagraron a la velocidad de Salvi y Álvaro, pero sin la fuerza de anteriores noches. El Tenerife empezaba a llegar con asiduidad a la frontal del área, donde se le baja cada semana la persiana. Por si no resultaba evidente lo que le faltaba a los locales, Álex Fernández rozó el 0-2 culminando una contra con un gran tiro desde fuera del área que desvió Carlos Abad a córner en una gran intervención (80''). El tinerfeño se resarcía a medias.

Empezaba a romperse el cuadro insular y Salvi la tuvo poco después. La entrada de Juan Carlos por Vitolo aportó algo de limpieza en el toque. En una triangulación del gallego con Casadesús y Villar llegó la única posibilidad de remate en el área visitante. Pero Kecojevic taponó el chut (83'') del onubense. Cada salida amarilla rondaba la sentencia, pero el 0-1 mantenía con esperanza a los tinerfeñistas. Y así fue como, con un equipo lleno de jugadores ofensivos, estos acabaron sacando (a medias) las castañas del fuego a su técnico. El empate evita unas navidades traumáticas para el club y permite a Martí comerse el turrón... con su crédito en números rojos. La herida se cierra en falso a la espera de una reacción que cada vez parece más complicado que pueda pilotar el balear.

1-1

tenerife-cádiz

CD Tenerife: Carlos Abad; Raúl Cámara, Alberto, Aveldaño, Camille; Aitor Sanz , Vitolo, Suso, Tyronne; Casadesús y Longo. En el minuto 53, Malbasic sustituyó a Tyronne: en el 63, Juan Villar ocupó el puesto de Suso; y en el 79, Juan Carlos entró por Vitolo.

Cádiz CF: Cifuentes (1);Servando (1), Marcos Mauro (2), Kecojevic (1), Brian Oliván (1); Garrido (2), Abdullah (1); Salvi (2), Álex Fernández (1), Álvaro García (1); y Barral (0). En el descanso, Servando dejó su puesto a Carpio (1); en el 63, Traoré (0) reemplazó a Barral; y en el 85, Villanueva (1) sustituyó a Abdullah.

Árbitro: Saúl Ais Reig (2), del Comité Valenciano, asistido por Marcos Daniel Saenen Álvarez y Rubén Campo Hernández. Amonestó a Raúl Cámara (50''), Salvi (60'') y Vitolo (61'').

Goles: 0-1, m. 19: Indecisión de Carlos Abad en dos balones aéreos que despejaron Cámara y Alberto que aprovecha Garrido en el rechace para batir con una volea al meta, al que superó por arriba; 1-1, m.89: Juan Villar cabecea a la red después de un centro de Camille y una prolongación de Casadesús.

Incidencias: Encuentro de la vigésima jornada de Segunda División, Liga 1 2 3, disputado en el Heliodoro Rodríguez López, ante 10.864 espectadores. Terreno de juego en regulares condiciones. Se guardó un minuto de silencio en memoria del que fuera entrenador blanquiazul en la temporada 75/76 Felipe Mesones. El Tenerife lució su indumentaria habitual y el Cádiz compareció completamente vestido de amarillo. El encuentro fue ofrecido en directo por Gol.