José Luis Martí pudo contar el pasado fin de semana con todos los integrantes de su bloque defensivo, con lo que se vio obligado a realizar al menos dos descartes. Fuera de los 18 se quedó Iñaki Sáenz por segunda semana consecutiva, pero estrenó la condición de descarte Alberto Jiménez. En las 17 jornadas anteriores siempre estuvo al menos en el banquillo, pero ni siquiera los malos resultados han invitado al técnico a darle una oportunidad.

La última llegó en Huesca, donde apostó por un "trivote" que funcionó mal y deshizo precisamente prescindiendo del majorero a los 51 minutos de partido. Aunque sí participó en el duelo de vuelta de la Copa contra el Espanyol, el del Reus fue su tercer partido consecutivo en Liga sin minutos. La pérdida de protagonismo de Alberto resulta, por tanto, indudable.

El asunto se agrava al comparar los números de las temporadas precedentes, en las que sus presencias en el once inicial y sus minutos fueron mucho mayores que en el actual Campeonato. Son 308 minutos los que ha tenido el de La Oliva, repartidos en siete partidos. De ellos, solo fue titular en tres. A estas alturas de la pasada temporada, había entrado en la alineación titular hasta en ocho oportunidades. También había jugado en dos encuentros más con un total de 722 minutos en Liga (más del doble que en la presente campaña). Todavía es más acusada la curva descendente si se compara con el curso 15/16, en el que acumulaba 914 minutos en el año de su regreso tras la cesión en el Valencia Mestalla.

Esa temporada contó para Raúl Agné primero y para José Luis Martí más tarde. El actual técnico blanquiazul dirigió ese año 31 partidos y contó con el majorero en 17 de ellos, otorgándole un puesto en el once inicial hasta en 12 oportunidades. Creció su protagonismo el curso pasado con 25 titularidades y 30 encuentros disputados de 46 posibles. Sin embargo, algo de Alberto no convence a su jefe en este ejercicio liguero.

Cierto es que la llegada de Bryan Acosta aporta una tercera opción más competitiva en un centro del campo en el que ni Marc Crosas ni Rachid fueron rivales para el canterano durante la temporada 16/17. En las preferencias de Martí siempre estuvo por delante d ellos.

Pero el caso es que tampoco ha logrado entrar en la rotación de centrales, donde sus compañeros (Jorge Sáenz, Lucas Aveldaño y Carlos Ruiz) tampoco han mostrado una regularidad que les haga indiscutibles en el puesto. Con todo, la polivalencia de Alberto debería favorecerle a la hora de mantener un puesto en el plantel blanquiazul. Otra cosa es que el mercado de invierno cambie los pareceres de ambas partes. Por un lado, el Tenerife ya ha manifestado (lo ha confirmado Miguel Concepción) su intención de reforzar el centro de la defensa y el medio campo, las posiciones donde se desenvuelve el majorero. Por otro, siempre cabe la posibilidad de que un jugador joven (25 años) y con un margen de crecimiento aún importante para la categoría busque minutos en otro club durante seis meses. En ese caso, no serían pocos los candidatos a darle un mayor protagonismo. Algunos conjuntos de Segunda B y hasta de Segunda (Curro Torres le tuvo en el Valencia Mestalla y ha pedido refuerzos en Lorca) verían con buenos ojos la posibilidad de contar con sus servicios.

De momento, es solo una posibilidad. Alberto tiene tiempo de recuperar su mejor versión, demostrar que tiene sitio también en el Tenerife de esta temporada y recuperar el protagonismo con el que ha contado anteriormente a las órdenes de Martí. Lo que no se discute, en ningún caso, es su consideración de valor de futuro (tiene contrato hasta 2020).

Objetivos claros, nombres por decidir

El Tenerife trabaja de cara al mercado de invierno, pero lo hace aún sin definir los jugadores que pretende captar para reforzar su proyecto de cara a la segunda parte del Campeonato. Quiere un central y un futbolista ofensivo para el centro del campo, pero además abrirá bien los ojos a otras posibilidades que surjan. En el capítulo de salidas no hay nombres elegidos para abandonar la entidad, pero sí se intentará evitar el "overbooking" en las posiciones que sean finalmente reforzadas. No hay negociaciones en marcha en este momento, pero sí se han tanteado algunas posibilidades de futbolistas que ya interesaron durante el verano y que, lógicamente, siguen gustando a Alfonso Serrano. Es el caso de Borja Lasso, que cuenta con un cartel importante en Segunda. El Cádiz, dispuesto a hacer un esfuerzo por el futbolista, sería el máximo rival. Pero no está ahí la dificultad principal, sino en la existencia de equipos de Primera interesados en el sevillista. Uno de esos equipos es Las Palmas, aunque las relaciones no son las mejores tras el "caso Vitolo". Pero hay otras tres ofertas.