Este triunfo puede ser un punto de partida. Depende de Martí. Ayer, en la jornada 18, apostó por una idea que puede colocar al Tenerife en el camino de sus objetivos. Juntó en el campo a más de la mitad de un equipo formado por jugadores de buen pie, los hizo moverse para ocupar zonas intermedias en el terreno de juego, los asoció para hacer superioridad cerca del área y consiguió así superar líneas de un rival modélico hasta ahora por su organización defensiva, hasta hacerle una docena de remates frontales y marcarle tres goles que pudieron ser más. El aspecto defensivo es casi una consecuencia: atacando bien, de manera ordenada, casi siempre terminó las jugadas y cuando no, el equipo apretó mucho tras pérdida o replegó y se protegió sin sobresaltos. La actitud en este equipo nunca ha faltado. Lo que no había, hasta ayer, era juego.

El Tenerife se manejó mejor que nunca con la pelota. Esa es la esencia del cambio que experimentó ayer el equipo. La zona que tanto ha costado conquistar, la cercanía del área (ahí donde el club busca un fichaje para enero) ayer fue el punto fuerte, gracias a la asociación de jugones, que se encontraron entre si a partir de determinados movimientos. Para empezar, Camille jugó muy arriba, en tres cuartos, eso permitió meter por dentro a Juan Carlos, que se encontró cerquita de Casadesús y del volante que llegaba de frente con el balón, bien Aitor bien Bryan Acosta y, a veces también de Tyrone. Asociados cada vez tres o cuatro "buenos", combinaron, se asistieron, hicieron paredes, entraron hasta el área y generaron una decena de ocasiones. El protagonismo de los dos volantes del medio fue absoluto: jugaron haciendo recorrido con el balón, ocuparon espacios cerca del área, desequilibraron fuera de su zona y luego supieron empezar el balance defensivo apretando tras pérdida. Pero la aportación de Casadesús resultó de un peso insoportable para la defensa catalana. Víctor dio un recital de ese fútbol que resulta tan sencillo a los jugadores de pie de seda y que tanto hemos echado de menos por aquí durante tiempo...

La lista de ocasiones no engaña: en el minuto 10, Casadesús deja a Tyrone ante el portero, que rechaza el disparo del grancanario; en el 12'' llega el 1-0 en otra asociación de los jugones, entre Aitor-Casadesús y Juan Carlos, cuyo disparo, rechazado por Édgar lo empujó a la red Longo; en el 14'', Olmo saca bajo palo un remate de Longo; en el 24'', una pared Aitor-Casadesús planta al madrileño ante el gol, pero salva el portero... Mientras, en el área de Carlos, ni un solo acercamiento.

El fútbol del Tenerife no fue un torrente, pero tuvo la suficiente continuidad en sus jugadas de ataque para hacer daño y no provocar un ida y vuelta. Del buen ataque nació el equilibrio.

Tras el descanso el Reus dio un paso adelante, con el cambio de Yoda por Tito el técnico López Garai quiso ocupar zonas más avanzadas. Pasó del 4-2-3-1 a un 4-3-3 y así ganó campo. El Tenerife aceptó el envite, replegó un poco y esperó. Pronto llegaron más posibilidades de sentenciar. Primero en un pase maravilloso de Casadesús que dejó solo a Longo ante el portero, las dudas del delantero abortaron el gol que sí llegó poco después en una acción algo afortunada para completar la secuencia que se había iniciado con el rechace del poste a la falta que lanzó Vitor Silva en el 51'', solo unos minutos antes del 2-0.

Con el partido decantado, el Tenerife sacó el modo-contraataque, fraguado a partir de su capacidad para quitar la pelota al rival y con la presencia estelar en el campo de Suso (entró por Juan Carlos a 20 minutos del final), que produjo bastante desequilibrio en las transiciones reaparecido tras su larga inactividad. Las ocasiones siguieron llegando: pudo hacer el tercero Suso, tras un disparo de Tyrone que volvió a repeler el activo Édgar Badía; como también rondó el gol Bryan en una de sus apariciones en el área, abortada por el mismo protagonista; incluso Longo, al que volvió a frustar Édgar (40''). El partido, sin embargo, guardaba un regalo para la vista. En el 87'', Suso condujo por dentro y sirvió en diagonal a la entrada de Aitor, que en dos toques puso un preciso pase a la red, para darle a la actuación del Tenerife los números que mejor representan su superioridad: 3-0.

Después de cuatro meses reclamando a Martí la aportación de una idea de juego, la actuación del Tenerife de ayer representa una esperanza. Debe ser un punto de inflexión por lo que en su gestación tiene de coherencia y sentido común. Un puñado de buenos jugadores jugando a los que los une, el balón.

3-0

tenerife-reus

CD Tenerife: Carlos Abad; Raúl Cámara, Aveldaño, Carlos Ruiz, Camille; Aitor Sanz , Bryan Acosta; Juan Carlos, Tyrone; Casadesús y Longo. En el minuto 69, Suso entró por Juan Carlos; en el 77'', Malbasic sustituyó a Tyrone; y en el 85'' Vitolo suplió a Casadesús.

Reus: Édgar Badía (3); Campins (1); Atienza (0), Olmo (1), Miguel García (1); Tito (0), Gus Ledes (0); David Haro (0), Vítor Silva (1); Carbonell (0); y Lekic (0). En el descanso se quedó en la caseta Tito y ocupó su lugar Yoda (0); en el 62'' Juan Cámara (0) por David Haro; y en el minuto 64, Juan Domínguez (0), por Gus Ledes.

Árbitro: Víctor Areces Franco (Comité Asturiano). (2). Llevó con buena mano un partido que no le presentó ninguna dificultad en jugadas de apreciación. En estos tiempos, no complicarse es una virtud. Amonestó al local Camille (83''), y a Lekic (37'') y Carbonell (89''), por parte visitante. Le auxiliaron Víctor Hugo Fernández y Rafael Rodríguez.

Goles: 1-0, m. 12: Juan Carlos dispara, rechaza el portero y Longo marca de cabeza en disputa con un defensa; 2-0, m. 59: Otro tiro, esta vez desde fuera del área de Juan Carlos, rebota en un defensa y le cae a Longo, que define solo ante el portero Longo; 3-0, m. 87: Contraataque con pase de Suso a Aitor Sanz, que controla y define con sutileza ante el meta.

Incidencias: Encuentro de la décimo octava jornada de Segunda División, Liga 1 2 3, disputado en Heliodoro Rodríguez López, ante 10.814 espectadores. Noche agradable, algo fría y terreno de juego en aparentes buenas condiciones. Se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento del ex jugador del CD Tenerife Abelardo Molowny Croissier.