Fernando Romay sigue repartiendo su desparpajo y simpatía allá donde va. También su amor por un baloncesto que ha marcado su vida. El legendario exjugador gallego realizó una visita a la Isla, con motivo del Plaza 3x3 Caixabank y otros actos enmarcados dentro de la celebración del Mundial Femenino 2018, en la que atendió a EL DÍA.

En los últimos días se le ha visto con mayores, niños, jugadores amateur...

El baloncesto goza de buena salud en España debido a lo bien que lo hacen los que lo hacen bien, y lo bien que lo hacen otro tipo de personas que juegan. Tiene un elemento integrador, un aliciente motivador y una enseñanza en cuanto a valores importantísima.

¿Cuándo cree que comenzó este camino para ser un deporte de masas en nuestro país? ¿Con la medalla de plata que, entre otros, usted ganó en los JJ. OO. de Los Ángeles 1984?

Fue paulatino. Quizás el escalón que vivimos nosotros fue lo de Los Ángeles, pero indudablemente no sería nada si no hubiera habido un escalón anterior, que fue la medalla de plata de Barcelona -Campeonato de Europa de 1973-. Ha sido una perpendicular ascendente que no es todo lo empinada que quisiéramos, pero sí es de mejora constante. La generación de los júnior de Lisboa -1999- ha supuesto un incremento importante. Indudablemente, los éxitos alimentan.

Hablando de la selección, ¿cómo se toma el actual conflicto del baloncesto mundial por cuenta de las ventanas FIBA?

Mal. Yo soy de los que piensan que el baloncesto es positividad. Una vez más, los que han estado de 10 son los jugadores y el equipo. No entiendo por qué tienes que ir a jugar en la selección, que tiene que ser un vehículo de ilusión para todo el mundo, con malos rollos porque hay gente que piensa en su parcelita y nada más.

¿Qué solución le ve?

Pues el pensar en baloncesto y no en la ACB, en la Euroliga o en este u otro equipos. No entiendo que la Euroliga diga que si no va la NBA no van ellos. Ni tienes el presupuesto de la NBA, ni le pagas a los jugadores lo que cobran en la NBA, ni el interés es tan siquiera como el de la NBA. Con lo cual, ¿de qué vas?

Ricky Rubio ha declarado que sería muy injusto que los jugadores que clasifiquen a España no vayan al Mundial...

Ellos mismos saben que hay jugadores que están en las ventanas que no se pueden comparar con un Marc Gasol. Eso sí, forman parte del equipo. El equipo nacional no son los 12 que van a una gran cita, sino que lo forman 20 o 30. Incluso gente que no ha podido jugar: Javi Beirán considero que es parte del equipo nacional. La mala suerte ha evitado que debutase.

De los que han ido, su paisano Fran Vázquez no lo hizo nada mal tras su vuelta.

Lo vi desarrollando toda la calidad que atesora. Fue un gran acierto del entrenador -Sergio Scariolo-, que le supo utilizar para que pudiese demostrar todo eso. Ha estado de chapó.

De Fran Vázquez, a su equipo, el Iberostar. ¿Cómo está viendo este curso aurinegro, que ya ha traído un cambio en su banquillo?

Digamos que iba todo rodado y este año no han acertado. Han tenido que pegar un cambio. En cualquier caso, es un equipo: no solo de jugadores, sino de cuerpo técnico, directiva... Es un proyecto que me gusta. Llevan pasos de bebé: no dan otro sin afianzar el previo antes. No hacen dispendios si no es absolutamente necesario, con una corrección presupuestaria tremenda.

¿Lo ve en la Copa del Rey y, luego, en los "Playoffs"?

Creo que sí. Es un equipazo, tienen el juego, el compromiso... Y si no está en la Copa y queda noveno empatado con el octavo, ¿qué? Lo malo es que es en Gran Canaria, te están viendo los vecinos y hay que estar allí -ríe-.

El año pasado saltó la "sorpresa" del Valencia. ¿Volverá un grande a ganar la Liga este año?

Pues no lo sé. Todo el mundo se ha dado cuenta de que la Liga no es cuestión de regularidad, sino de oportunidad. Hasta que no vea cómo llegan los equipos al final... Da igual lo que hacen antes. Es una de las cosas que no entiendo. Los que critican al baloncesto dicen que hay que ver los últimos cinco minutos de los tres últimos partidos. Me hubiese gustado que la temporada regular que hizo la pasada campaña el Iberostar Tenerife hubiese tenido más premio que el que tuvo. El campeón debería ser el que ganase la Liga regular.

Se mira a Luka Doncic como posible factor determinante.

Yo tenía muchas esperanzas en que cambiara el ritmo de esta ACB. Y que la gente mirase a sus canteras. Y que lejos de traer un noveno, décimo o duodécimo jugador de fuera, simplemente para completar los entrenamientos y jugar poco, fuesen los jugadores de cantera los que se estuviesen fogueando. Las ventanas han demostrado la valía del jugador español. Pero como quien oye llover... El inmovilismo es poco permeable a los gritos que se oyen desde fuera. Ya costó que abriesen para que entrasen equipos nuevos. Véase el caso de Burgos. Cuando entra se les llena la boca diciendo que tienen la mejor afición de la ACB. ¡Pero si tuvo cuatro proyectos anteriores para estar!

Sin embargo, vamos en el camino opuesto. La ACB quiere que la campaña próxima la Liga sea de 17 equipos; y en la 2019/2020, de 16.

¿Y por qué no de 18 o de 20 con doble vuelta y ya está? ¿No es mejor abrir y dejar que entre aire nuevo y nuevas ideas? En mi época, el CajaCanarias tenía una razón de ser, que era completamente distinta a la del Náutico. Los equipos eran identificables. A mí ahora me cuesta identificarlos. El trasvase de los jugadores no representa ningún trauma ni para el jugador ni para el equipo. Todos los equipos son muy lineales. ¿En qué se diferencia Fuenlabrada, por poner un ejemplo, de cualquier otro equipo? Es todo lo mismo. El Iberostar es algo distinto porque tiene más jugadores que sí le pueden dar un carácter diferente, con Richotti, Beirán o San Miguel. El resto de los proyectos parece que están hecho con papel de calco.

¿Le gusta el formato Euroliga?

Me parece más interesante. Lo que no entiendo son los "playoffs". Haz liga regular. Lo que tiene que hacer la ACB para luchar contra este formato es hacer interesantes todos los partidos y que todos valgan. Parece que le está haciendo el caldo de cultivo a la Euroliga.

Usted fue pívot. Ahora los hay que lanzan de larga distancia. Estamos ante un baloncesto más perimetral. ¿Le parece un avance o un retroceso?

Está bien que el pívot juegue bien fuera, pero yo soy de los que piensa que el pívot donde hace daño es dentro y tiene que atacar en la línea de flotación por dentro.

¿Con qué jugador se identifica hoy en día?

Con ninguno. Esto ha cambiado mucho. Todos hacen muchas más cosas. Quizás uno español podría ser Fran Vázquez, pero también es de los que juegan por fuera.

Volviendo a la Isla, jugó y ganó siempre en Tenerife: en el Luther King, en el Ríos Tejera y en la Avenida de Anaga. ¿Recuerda esos duelos contra el Canarias y el Náutico?

Aquí siempre venías un tanto "culiprieto". Hacía calorcito, era casi como una fiesta, propio de la animación de aquí... Ese ambiente festivo teníamos que transformarlo en un aliciente, y que no fuera un hándicap, para ganar el partido. Veníamos muy concienciados.

¿Veía mucha diferencia en aquella época entre lo que era el Náutico y el Canarias?

El Náutico era como el equipo romántico y el Canarias era como el equipo más profesional. Así lo percibía. Quizás me equivoque.

El próximo verano tendremos el Mundial Femenino 2018.

Me gustaría que la gente se acercara a ver el baloncesto femenino porque tiene una cantidad de matices técnicos y tácticos que ayudan a saborear otro baloncesto. No tanto el de los chicos, que es algo más físico y más de uno contra uno.

¿Estará la Isla a la altura en cuanto a organización?

Seguramente sea así, principalmente por la que preocupación que tiene la Federación Regional por que salga bien. Llevan ya un año y pico trabajando en ello, y están pensando muy mucho los actos que se van a llevar a cabo para que lo viva la gente y no solo sea un espectáculo.

Hay quien se queja de la lejanía de Tenerife para su celebración.

Tenerife está donde tiene que estar. Lo que está lejos es la Península.