Para muchos seguidores del CD Tenerife caer eliminado de la Copa del Rey no supone ningún drama, pero sí que es cierto que la derrota ante el Espanyol es una piedra más en la pesada mochila de los blanquiazules, que necesitaban un soplo de autoestima y este podía haber llegado con la clasificación para los octavos de final. Pero el Tenerife de Martí continúa en su empeño de no regalar una pizca de ilusión a una afición cada vez más desanimada. Es cierto que la Liga es la prioridad para el representativo, pero no hubiera estado de más tener la expectativa de un atractivo duelo copero en la Isla ante uno de los equipos "Champions", con el bonus extra de una gran inyección económica para la entidad.

Aunque no fue el propio Tenerife el que se bajó del torneo sino que fue empujado a la eliminación por el famoso ya Ignacio Iglesias Villanueva, que tras liarla en Mestalla cuatro días atrás, volvió a ser triste protagonista de otro partido después de que uno de sus asistentes, "cómplice" para arrebatar al Tenerife un resultado positivo, abriera la puerta al Espanyol para revivir en un partido en el que no estaba cómodo. El mismo auxiliar que en Valencia no vio el gol del Barcelona que traspasó la línea de gol esta vez sí tuvo vista de lince para meter en el área una mano involuntaria de Jorge que se produjo un metro fuera de la zona de castigo. Y vaya sí castigó al CD Tenerife con ese penalti a todas luces inexistente que convirtió Gerard Moreno en el minuto 37, equilibrando el marcador en ventaja que tenía hasta ese momento el equipo tinerfeño gracias a un extraordinario gol de Bryan Acosta, quien en el minuto 10 había lanzado un misil imparable para Diego López. La rabia y la indignación del cuadro de Martí se iba a multiplicar en el 57'', cuando otro error arbitral, esta vez sí propiamente del colegiado principal, puso en bandeja la jugada del segundo gol españolista obra de Granero, en una acción previa en la que Iglesias Villanueva no paró el juego tras aplicar la ventaja y recibir una falta a continuación un jugador blanquiazul. Porque el partido y la eliminatoria se decantaron hacia el lado "perico" en esas dos acciones, que dieron gasolina al conjunto de Quique Flores y apagaron el ánimo tinerfeño, que sin hacer un gran partido estaba llevando el choque hacia su terreno con el paso de los minutos.

Martí preparó el encuentro con la idea de dañar al rival por los costados, especialmente por la izquierda con Iñaki jugando por delante de Camille, al tiempo que Tyronne lo intentaba por el flanco opuesto. Tras el cero a uno, el Tenerife cedió terreno y los catalanes tuvieron varias llegadas que eran siempre repelidas por la seguridad defensiva insular, con Aveldaño y Jorge imponiéndose a Gerard y Álvaro Vázquez. Los problemas para el Tenerife llegaban sin embargo desde más atrás, con el manejo de balón de un gran Esteban Granero y la calidad y movilidad de Melendo y Jurado, especialmente este último, que fue el mejor de su equipo en la fría noche de Cornellá.

No cabe duda que el Tenerife estaba falto de mordiente, y sin capacidad para poder crearle más problemas a la zaga albiazul salvo en muy contadas ocasiones. A los de Martí les faltó llegada y eso lo acusaron en muchos tramos del partido ante un rival que tampoco iba sobrado de confianza. No obstante, en el haber del Tenerife hay que subrayar la mentalización para no perder el norte tras verse por detrás en el marcador después del desconcierto arbitral. También las tarjetas mermaron a un CD Tenerife que llegó a los minutos finales agarrotado, y que apenas puso en apuros a Diego López salvo un tiro alto de Aitor (67''). El madrileño y Brian Martín habían aparecido en el partido poco antes, en el penúltimo intento de Martí de modificar cosas en su equipo en busca de más aproximaciones a la portería del RCD Español. Iñaki pasó al lateral tras salir Camille del terreno de juego y Brian se movía por la banda izquierda. Pero los cambios no dieron más presencia al Tenerife, que pedía a gritos a Juan Carlos Real, que calentaba en la banda al tiempo que se agotaban los minutos. El gallego entró faltando seis minutos, y fue tarde, ya que en el 90'', tras un error garrafal de Iñaki en un pase, el equipo de Quique armó una contra que finalizó con el 3-1 anotado por Sergio García. Con la eliminatoria ya resuelta, Juan Carlos se sacó un gol espectacular con un potente tiro desde lejos que entró por la escuadra que de nada sirvió a esas alturas con la Copa ya lejos de la Isla.

3-2

ESPAÑOL TENERIFE

RCD Español: Diego López (1), Javi López (1), David López (1), Naldo (1), Dídac (1); Melendo (2), Granero (2), Diop (1), Jurado (3); Álvaro Vázquez (1) y Gerard Moreno (1). En el minuto 55, Diop dejó su puesto a Darder (1), y Sergi García (1) sustituyó a Vázquez; y en el 72, Navarro (s.c.) entró por Javi López.

CD Tenerife: Carlos Abad; Raúl Cámara, Jorge, Aveldaño, Camille; Alberto, Bryan Acosta; Tyronne, Iñaki, Víctor Casadesús y Malbasic. En el minuto 62 Aitor Sanz y Brian Martín entraron por Alberto y Camille; y Juan Carlos reemplazó a Casadesús (84'').

Árbitro: Ignacio Iglesias Villanueva (0), del Comité Gallego, auxiliado por Alfonso Costoya Rodríguez y Enrique Ramos Ferreiros. Horrible, otra vez confundido por uno de sus asistentes en el penalti inexistente de Jorge tras mano fuera del área, y sin acertar a parar el partido tras una ventaja que acabó en falta al Tenerife previo al 2-1. Amonestó a Jorge (34''), Cámara (37''), Acosta (41''), Alberto (46''), Camille (57'') y a José Luis Martí (41'') por parte visitante. Por los locales amonestó a Gerard (35''), David López (40'') y Dídac (80'').

Goles: 0-1, m. 10: Galopada por el medio de Bryan Acosta que al llegar al borde del área lanza un disparo duro que se cuela sin remisión en la meta españolista; 1-1, m. 35: Gerard Moreno de penalti; 2-1, m. 57: Granero desde fuera del área; 3-1, m. 90: Sergio García tras culminar un contragolpe; 3-2, m.93: Juan Carlos de gran disparo por la escuadra.

Incidencias: Partido de vuelta de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, disputado en el RCD Stadium ante 8.130 espectadores. Césped en muy buen estado en noche fría en Barcelona. Miguel Concepción, presidente del CD Tenerife, presenció el choque en el palco.