Cada equipo buscó el triunfo a su manera. Lo encontró el Tenerife, con dos chispazos, en dos llegadas muy seguidas al principio, cada una de ellas antecedida de una clara oportunidad en el área de Dani Hernández, producto del manejo y la profundidad que le dio la Cultural a sus posesiones. La diferencia, entonces, fue de eficacia. El Tenerife ganó en las áreas. Esta crónica no busca derivar hacia vericuetos de discusiones sobre filosofía de juego. Cada uno intenta ganar como quiere o como puede.

En esos diez primeros minutos vertiginosos se escribió la hoja de incidencias del encuentro. El argumento es otra cosa. En la primera jugada le anularon un gol a la Cultural; el Tenerife sacó rápido, cruzó el campo con un pase largo a la espalda del lateral Bastos, mal ubicado, Juan Carlos recibió, se fue hacia el fondo y sirvió en bandeja a Malbasic, que batió al meta sin oposición con un remate al primer toque por bajo. La siguiente acción acabó con una combinación de los leoneses que repelió el poste a disparo de Señé, antes de que el otro lateral, Víctor, le regalara a Suso la pelota para encarar a Jesús Fernández y forzar el penalti del 2-0. En la siguiente jugada, Emi Buendía perdonó, de cabeza, solo ante Dani... La primera parte de claro dominio visitante deja otras dos jugadas que no se pueden obviar. En el 27'', otra acción hilvanada de la Cultural dejó a Guarrotxena solo ante Dani, que estaba batido cuando Carlos Ruiz -que fue el mejor-, tapó milagrosamente el disparo del vasco. Solo seis minutos después, Zuiverloon cabeceó a las manos de Dani un remate muy solo.

Este relato de ocasiones tiene una base argumental en el juego que las provocó. La Cultural dominó por completo todo el primer período, guiada por la batuta de Yeray. Es el equipo que mejor fútbol ha jugado en el Heliodoro esta temporada. Basa su idea en la profundidad por los costados generando superioridad numérica con sus interiores, sus laterales y sus medias punta (4-3-3) y así llega hasta el fondo para poner luego la pelota en la zona de remate. Frente a la posesión continuada de los leoneses, el Tenerife dudó si ir o quedarse. La situación invitaba a dar el paso para robar, pero si lo hacía corría el riesgo de descubrirse ante el toque del rival. Además, el equipo de Martí se precipitó en las entregas, porque cuando consiguió recuperar la bola o forzar algún error, vio muy goloso el pase de contraataque y lo entregó mal... Nadie le puso pausa en el bando local para sacar al equipo del atolladero. El descanso se agradeció especialmente esta vez.

En la segunda parte las cosas se adecuaron a un guion más normal. El Tenerife se juntó más, cerró mejor desde la contribución de los jugadores de banda (Suso y Juan Carlos), que se recogieron hacia el centro, y le quitó metros a las líneas de pase de la Cultural, que siguió dominando, pero de manera más mecánica, sin tanta profundidad, con mayores dificultades para filtrar pases, mientras el Tenerife daba muestras de ansiedad en su intento de enganchar un balón y poder conectar con Longo, muy batallador, pero al borde de la desesperación.

Aún así, Dani Hernández mantuvo al equipo con la ventaja tranquilizadora, aunque en medio de un clima incómodo, porque se escucharon los primeros pitos de la temporada. El portero repelió a duras penas en el 52'' un derechazo de Señé en la culminación de otra jugada-tipo de la Cultural. Incluso, Guarrotxena perdonó en una entrada solo por la derecha en el 61''. En ese minuto, Martí optó por darle frescura al ataque con la entrada de Villar por Malbasic. El onubense enriqueció el pase previo nada más entrar. De sus botas nació la mejor ocasión local de este segundo tiempo, malograda por Longo a puerta vacía (64'') en un golpeo difícil con el interior que se le marchó fuera. Al mismo tiempo que entraba Villar, De la Barrera metió al delantero Aridai de lateral derecho... Pero todos los intentos, los del Tenerife en la contra, y los de la Cultural en la posesión, fueron decayendo porque los dos equipos estaban cansados y provocaban más errores e imprecisiones lejos de pisar las áreas con algo de peligro. Martí metió a Alberto y adelantó a Aitor (4-2-3-1) y el equipo terminó el partido sin más sobresaltos.

A veces, los triunfos traen el juego. Esa es la esperanza.

2-0

tenerife - CULTURAL

CD Tenerife: Dani Hernández; Luis Pérez, Carlos Ruiz, Jorge Sáenz, Iñaki; Vitolo, Aitor Sanz; Juan Carlos, Suso; Malbasic y Longo. En el minuto 62, Juan Villar entró por Malbasic; en el 75'', Alberto suplió a Suso; y en el 88'' Tayron, por Juan Carlos.

Cultural: Jesús Fernández (0); Bastos (1), Zuiverloon (2), Albizua (1), Viti (2); Mario Ortíz (1), Yeray (2); Emi Buendía (2), Señé (2), Guarrotxena (1) y Rodri (1). En el minuto 61, Aridai (0) entró por Bastos; en el 67'', Julen (0) por Guarrotxena; y en el 78, Bouy (s.c.), por Ortíz.

Árbitro: Iñaki Vicandi Garrido, del Comité Vasco. (1). Sacó el partido sin problemas, en gran medida porque transmitió seguridad. Su gran error es conceder el segundo gol local porque Longo estaba cuatro metros dentro del área cuando disparó Suso y se benefició de esa posición. Señaló un penalti claro por derribo del portero a Suso, en una jugada en la que se precipitó al pitar, porque la acción acabó en gol. Invalidó de forma acertada, a instancias de un asistente, un gol a la Cultural a los 30'''', por fuera de juego. También está bien anulado un gol de Longo en el minuto 15. Amonestó a los jugadores locales Jorge Sanz (57'') y Villar (79''), y al visitante Jesús Fernández (9''), en la acción del penalti. Los auxiliares fueron Vaquero Agama y Pérez de Colosia Alonso.

Goles: 1-0, m. 1: Malbasic remata a placer un servicio de Juan Carlos; 2-0, m. 10: Longo, al recoger en posición adelantada el rechace del portero en el penalti que falló Suso.

Incidencias: Partido de la decimo-cuarta jornada de la Segunda División, Liga 1 2 3, disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 12.555 espectadores. Tarde agradable y terreno de juego en aparentes buenas condiciones, aunque se levanta mucho con el paso de los minutos. El Tenerife lució su indumentaria habitual y la Cultural, la tercera suya, camiseta roja y pantalón y medias negras.