Yeray González volverá mañana a la que fue su casa, el Heliodoro, consolidado como el enlace más directo entre su actual club, la Cultural Leonesa, y su equipo de formación y de proyección hacia el fútbol profesional, el Tenerife.

La búsqueda de otros tinerfeños que jugaron en el próximo visitante del estadio santacrucero deja pocos casos, solo dos. Ambos tienen en común algo más que esta coincidencia. Además de haber vestido el uniforme de los dos equipos, volvieron al representativo para trabajar como técnicos. Uno de ellos sigue ejerciendo ese cometido.

El enlace más lejano es el de Domingo Rivero, portero que jugó en el Tenerife en dos etapas, a comienzos de los setenta y en el inicio de los ochenta. En medio vivió una experiencia profesional en la Península, en el Córdoba y, durante solo una campaña, en la Cultural. En concreto, formó parte del plantel leonés en el curso 77/78, con el equipo recién ascendido a Segunda B. En el ejercicio siguiente, Domingo retornó a la Isla para defender la portería del Toscal y luego pudo volver a vestir el uniforme blanquiazul, estando el representativo en la categoría de bronce. Su relación con el club continuó después de que colgara los guantes, ya que se incorporó al cuadro técnico y acabó siendo el primer entrenador en las catorce últimas jornadas de la Liga 1985/86. Sustituyó a Milosevic y no pudo evitar la caída a la Segunda B.

Tuvieron que pasar 32 años para que otro tinerfeño fichara por la Cultural. Fue el lateral Roberto Carlos García, un canterano que se acercó al medio centenar de partidos con el equipo profesional. Tras salir del Tenerife y pasar por el Málaga B, Vecindario y Gramanet, hizo una última parada peninsular en la Leonesa en el ejercicio 2009/10. En la actualidad es el entrenador del Infantil A blanquiazul.